La noche del pasado 19 de junio los habitantes de Nueva Zelanda se sorprendieron al observar en el cielo unas extrañas espirales azules, que se movían de manera lenta en forma de nebulosa.
Quienes pudieron ver las espirales aseguraban que se trataba de ovnis, pero los expertos tienen otra versión y aquí te lo explicamos.
Las extrañas espirales no eran ovnis, sino el rastro dejado por el lanzamiento del satélite Globalstar FM15, que se lanzó al espacio desde Cabo Cañaveral, en Florida.
Los expertos concluyeron que las brillantes espirales coincidían con el despegue de un cohete que puso en óribra un satélite de Space X, propiedad del multimillonario Elon Musk.
Richard Easther, profesor y físico de la Universidad de Auckland, dijo que algunas veces se producen nubes en forma de espiral cuando un cohete pone en órbita un satélite.
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“Cuando el propulsor es expulsado por la parte trasera, tienes esencialmente agua y dióxido de carbono, que forma brevemente una nube en el espacio iluminado por el Sol. La geometría de la órbita del satélite y también la forma en que nos sentamos en relación con el sol: esa combinación de cosas fue perfecta para producir estas nubes de aspecto completamente extraño que eran visibles desde la Isla Sur”, dijo Richard Easther.
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