Hace más de 70 millones de años existió la criatura voladora más grande de la historia, el quetzalcoatlus, llamado así por la deidad azteca Quetzalcóatl, la serpiente emplumada. El animal es un género extinto de pterosaurios pterodactiloideos del Cretácico superior en Norteamérica.
El quetzalcoatlus vivió hace cerca de 67 millones de años, y fue llamado así en honor a Quetzalcóatl. De pie, el animal podía llegar a medir la altura de una jirafa, es decir cerca de 5.2 metros, al abrir sus alas llegaba a alcanzar una envergadura de hasta 12 metros, lo mismo que mide una avioneta para cuatro personas.
Los primeros fósiles los hallaron en Texas en los años 70, las primeras representaciones de este anila era de un cuello muy largo y delgado, con un cráneo y pico cortos.
Ahora, se sabe que su apariencia era muy similar a la otros pterosaurios, con un gran pico afilado y alas dotadas de músculos.
Se creía que el quetzalcoatlus no era hábil para la caza y que era carroñero, pero hoy se sabe que su pico le servía para cazar presas durante el vuelo.
Te recomendamos: Cometas, asteroides y más: ellos son los visitantes interestelares
Los paleontólogos aseguran que cuando no estaba volando, este dinosaurio se mantenía en cuatro patas apoyando el extremo de sus alas.
El quetzalcoatlus podía recorrer distancias de hasta 16 mil kilómetros, el equivalente a cruzar el Océano Atlántico.
│Escucha nuestro podcast│