Azoteas blancas, una estrategia para enfriar las ciudades

Las islas de calor elevan las temperaturas en las ciudades debido a la presencia de materiales que absorben energía

Héctor Román / El Sol de Zacatecas

  · miércoles 2 de octubre de 2024

Las islas de calor elevan las temperaturas en las ciudades debido a la presencia de materiales que absorben energía / Foto / UNAM

El crecimiento de las ciudades, la expansión del asfalto y el aumento del tráfico vehicular han generado microambientes que elevan la temperatura en las áreas urbanas, fenómeno conocido como “islas de calor”. Un ejemplo claro de esto se dio el 25 de mayo de 2024, cuando la Ciudad de México registró una temperatura récord de 34.7 °C, según el Servicio Meteorológico Nacional. Ante esta situación, se destaca la necesidad de implementar medidas para mitigar y adaptarse a estos efectos.

Las islas de calor elevan las temperaturas en las ciudades debido a la presencia de materiales que absorben energía, la reducción de áreas verdes, la actividad humana y el diseño urbano que limita la circulación del viento, explica María Amparo Martínez Arroyo, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.

A nivel global, las ciudades, que ocupan menos del dos por ciento de la superficie terrestre, consumen el 78 por ciento de la energía mundial y generan más del 75 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto subraya su papel crucial en la lucha contra el cambio climático, dado que albergan gran parte de la población mundial y concentran actividades económicas.

Un estudio publicado en 2017 en la revista Nature Climate Change, liderado por investigadores de la UNAM y la Universidad de Ámsterdam, analizó el impacto del cambio climático en mil 700 ciudades. Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, destacó que las acciones locales pueden mitigar el calentamiento urbano y sus efectos combinados con el cambio climático global.

Entre las soluciones propuestas para reducir el impacto de las islas de calor están los techos y pavimentos fríos, que reflejan la luz solar; los techos verdes, que además de enfriar los edificios, ofrecen beneficios ambientales; y la expansión de áreas verdes. Actualmente, el ICAyCC y el PINCC están realizando un experimento piloto en la Ciudad de México para evaluar el impacto de estas medidas.

En las azoteas de un edificio del ICAyCC, se instalaron franjas de impermeabilizantes en colores ocre, verde y blanco, con radiómetros para medir la temperatura. Los resultados mostraron diferencias significativas, siendo el color blanco el más efectivo al reflejar la radiación solar y mantener temperaturas más bajas. Mientras el ocre alcanzó 70 °C, el blanco registró 40 °C, lo que demuestra el potencial de estas soluciones para reducir el calor en las ciudades.

El uso de techos blancos, que ya se ha implementado en ciudades como Nueva York y Los Ángeles, podría reducir las temperaturas urbanas y mitigar los efectos del calentamiento, según Francisco Estrada. En lugares como India, donde se aplicaron techos reflejantes en zonas de bajos recursos, se observó una notable disminución del impacto de las temperaturas extremas.

En la Ciudad de México, la urbanización ha aumentado la temperatura en alrededor de tres grados centígrados, con algunas zonas como la alcaldía Venustiano Carranza experimentando aumentos de hasta cuatro grados. Colocar techos blancos en áreas clave como Ciudad Universitaria sería un primer paso para extender esta medida a otras zonas de la ciudad, reduciendo así el impacto local y global del cambio climático.


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