La basílica de San Pedro del Vaticano, el mayor templo católico del mundo, inauguró este viernes una iluminación interior ultrapotente y rápidamente modulable, haciendo visibles por primera vez a la perfección los detalles de los mosaicos de sus cúpulas.
Tras dos años de trabajos, 780 dispositivos de iluminación dotados de alrededor de 100.000 led, controlados por computadora, iluminan ahora los alrededor de 22.000 metros cuadrados de la basílica, decorada a lo largo del tiempo por los mayores artistas del Renacimiento y el Barroco.
Hace 500 años, apenas estaba iluminada con velas.
Ahora, algunas cúpulas están 10 veces más alumbradas que antes. Es el caso de la enorme cúpula principal, concebida por Bramante y ampliada por Miguel Ángel, en la que hay cuatro medallones de ocho metros de diámetro en los que se representan en mosaicos a los evangelistas.
Esta avanzada tecnología de iluminación --una colaboración del grupo alemán Osram y los servicios técnicos del Gobierno del Estado del Vaticano-- permite además ahorrar un 90% de energía respecto al sistema anterior.
Alrededor de 27.000 turistas y peregrinos visitan cada día la basílica de San Pedro.
La Capilla Sixtina también fue equipada en 2014 con una iluminación muy eficiente que permite resaltar la obra maestra de Miguel Ángel, con sus ángeles, demonios, apóstoles y profetas, que antes quedaban perdidos en la penumbra.
También se instaló una sofisticada iluminación en 2016 en la plaza de San Pedro, y en 2017 en las estancias de Rafael del palacio del Vaticano.
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