Empleados en uniforme rojo y amarillo mezclan puré de cereales en recipientes hechos de tierra que tienen 500 años de antigüedad. De esta destilería del Sichuan, en el centro de China, sale el baijiu, verdadero alcohol nacional, que el país desea exportar más.
Unos diez mil 800 millones de litros de esta bebida transparente que alcanza los 55 grados de alcohol fueron consumidos el año pasado, según un estudio del International Wine and Spirit Research (IWSR), instituto con sede en Londres especialista del sector de vinos y bebidas espirituosas. O sea que tiene más grados de alcohol que el whisky, el vodka, el gin, el ron y el tequila.
La mayoría de los chinos no se imaginan una fiesta familiar sin baijiu (literalmente "alcohol blanco"), especialmente el año nuevo lunar, cuando frente a platos llenos de comida, se brinda alegremente gritando "¡ganbei!"("¡salud!")
La producción de este brebaje se hace desde hace más de 500 años pero su consumo fue popularizado hace poco por dos de su adeptos, los dirigente comunistas Mao Zedong y Deng Xiaoping.
Desde 1949, las pequeñas empresas locales se fusionaron para convertirse en grandes fábricas y el alcohol blanco, apoyado por el estado, experimentó un auge considerable.
En 1972, el Primer ministro Chou Enlai y el presidente estadounidense Richard Nixon brindaron con este licor para celebrar el histórico acercamiento entre Estados Unidos y China.
Pero la industria del baijiu experimentó un percance considerable en 2012, cuando el presidente Xi Jinping lanzó un gran plan de represión de la corrupción. Las ventas de ese producto, regalo favorito de los funcionarios corruptos, bajaron dramáticamente, según Su Wanghui, responsable en Luzhou Laojiao, una de las más viejas marcas de baijiu del país.
El sabor recuerda el estiércol de vaca, el heno y los caballos
Muchos jóvenes chinos, atraídos por el vino francés y la cerveza alemana, evitan esta bebida, que relacionan con hombres de negocios borrachos.
Por fuera de China, el alcohol enfrenta un problema importante: su gusto similar al plástico ardiente o de "disolvente industrial", según las opiniones, no seduce a todas las papilas gustativas...
"Este tipo de sabor recuerda el olor del estiércol de vaca, el heno y los caballos", dice Ellie Veale, barmaid en Londres.
El precio no ayuda tampoco: en el bar donde trabaja Ellie Veale, hay que pagar 13.50 euros (cerca de 283 pesos mexicanos) por una copa de baijiu de la marca Kweichow Moutai, una de las principales.
Una ola de apertura de "bares de baijiu" se dio en China, Estados Unidos y en Europa en los últimos años, pero después, muchos cerraron sus puertas.
"Esperamos que en todo el mundo la gente pruebe el baijiu y le guste", afirma Su Wanghui, que trabaja con el productor Luzhou Laojiao.