Una diseñadora de joyas de la ciudad alemana de Duisburgo ha elegido un material especial para sus colgantes y pulseras: la leche materna.
Para Melanie Käpple, la leche materna no es sólo alimento para los bebés, sino también fuente de inspiración para crear objetos de bisutería.
Käpple quiere, de esta manera, darse a sí misma y a otras madres la oportunidad de "recordar la época de la lactancia materna en forma de un adorno hermoso y muy individual", según escribe en su página web.
Las madres interesadas envían algunas gotas de la leche materna a la diseñadora. Käpple las seca y las mezcla con resina y otros materiales endurecedores. Finalmente, se le da forma y se lija. También se puede integrar cabello o partes del cordón umbilical en los objetos.
Dado que la demanda de las inusuales piezas es mayor que el tiempo del que dispone, Käpple decide por sorteo cuál será el próximo pedido que realizará.
También hay voces críticas en las redes sociales.
Käpple comenta que allí algunos hablan de asco en referencia a la leche materna procesada, otros consideran que las madres que deciden no amamantar se ven denigradas.