El altar de dolores llegó a México para recordar el sufrimiento de la Virgen María por la muerte de su hijo Jesús en la cruz. El altar se coloca el viernes anterior al Domingo de Ramos, exactamente una semana antes del Viernes Santo.
Se cree que el primer altar de dolores de la Nueva España se colocó en el siglo XVI en San Juan de Ulúa, Veracruz. En el siglo XVII se empezaron a colocar en templos e iglesias altares de dolores.
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La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), coloca altares de dolores en espacios que están alojados en edificios conventuales, con el fin a de mantener vigente la tradición.
En Zacatecas, los religiosos franciscanos del Convento de Guadalupe nuevamente prestaron al Museo de Guadalupe (Jardín Juárez Oriente s/n, Centro, Guadalupe, Zacatecas) la escultura de madera policromada del siglo XVII de la Virgen de los Dolores, que adornará la Sala del Coro donde se instalará el altar.
“Curada por el equipo de museografía, encabezado por la directora del recinto, Rosa María Franco Velasco, la instalación contará con floreros de plata que representan la tradición plateresca zacatecana; un libro de coro del siglo XVIII de letra capitular, cuyo contenido ostenta una miniatura de la Virgen Dolorosa, y una pintura del siglo XVIII, autoría de Antonio Enríquez, la cual pende de un luneto del coro. Permanecerá del 30 de marzo al 15 de abril. Horario: lunes a domingo, de 09:00 a 18:00 horas”.
¿Qué elementos debe tener un altar de dolores?
La imagen central del altar será la Virgen María, en su advocación de la Dolorosa, la Piedad, la Soledad, del Consuelo o de las Angustias.
En el altar se deberán instalar flores como símbolo de vida, belleza y compañía a la Virgen María. Es importante que las flores estén marchitas o secas y de ser posible de color morado, como símbolo de tristeza.
Aguas de diferentes colores y/o sabores (verde, blanco y rojo) se deberán poner en el altar, que representarán la pureza de la virgen, la esperanza y la sangre derramada por Cristo.
Clavos, martillo, corona de espinas, lanza y una cruz de madera se ponen en el altar como elementos que representan la pasión de Cristo.