Zacatecas, Zac.- Antonio Romero cortó una oreja, mientras que Luis Ignacio Escobedo, realizó un buen trasteo de capa y muleta que no pudo redondear con la espada, fue la labor de los toreros zacatecanos que intervinieron en la corrida inaugural, del serial taurino perteneciente a la Feria Regional de Juchipila.
La plaza de toros Monumental de Juchipila registró una entrada muy pobre de aficionados para este cartel inicial de la feria, donde estuvo presente la Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas, así como Aimeé I y sus princesas Sabrina y Exlea Hetzamani.
Se lidiaron ejemplares de la dehesa de Rosas Viejas, del estado de Jalisco, bien presentados, con muchos kilos en los lomos, que cargaron fuerte a los caballos en la suerte de varas, que se dejaron meter mano en términos generales, aunque desde luego con las condiciones que manifestaron en ruedo sobre todo en el segundo tercio, uno de ellos visiblemente lastimado del remo trasero derecho.
Antonio Romero, le tocó en suerte el toro Hilandero de 510 kilos, con el capote lo recibió con una larga, luego lances a la verónica, el astado recibió un solo puyazo, con la muleta inició con doblones, hilvanó las tandas por ambos pitones, intercaló las manoletinas, mató al primer intento y el juez el Dr. Antonio Sandoval Gutiérrez le concedió una oreja.
Luis Ignacio Escobedo, se enfrentó a Nube Gris de 540 kilos, al decir de los carteles, que arrastraba el remo derecho trasero, el zacatecano ante esta situación bregó con el capote, con la muleta debido a las condiciones del animal, le exprimió los pases que tenía, con el acero pinchó en varias ocasiones y sonaron un aviso.
Israel Téllez fue el torero que abrió plaza y le tumbó una oreja, luego de una buena faena de capa, banderillas y muleta
Michelitó Lagravere logró un apéndice con el toro “Berrendo” de 590 kilos; Francisco Lama de Gongora se llevó un arete del ejemplar “Hechicero” de 535 kilos, en tanto que Javier Gallardo cerró plaza con el toro “Gran Yayo” de 560 kilos, estuvo voluntarioso con deseos de agradar, pero con la espada acertó hasta el quinto intento.
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