Rafael Soriano estuvo presente en la penúltima novillada la temporada en el la plaza de Arroyo de la ciudad de México, en la cual tuvo una buena labor en lo general de capa banderillas y muleta, sin embargo falló con la espada.

Le correspondió en suerte al zacatecano el novillo de nombre “Intruso” de la dehesa de Antonio de Haro, de 392 kilos, un cárdeno claro que tuvo calidad y nobleza durante su desempeño en el ruedo, al igual que el resto de los demás ejemplares, prueba de ello es que el tercero de la tarde se hizo acreedor al arrastre lento.

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Soriano, con “el percal” en base a las condiciones del novillo logró pegarle buenos lances, bien rematados, cubrió el tercio de las banderillas, colocó el par monumental creado por su maestro Uriel Moreno “El Zapata”, luego en buen lugar dejó las banderillas al cuarteo y cerró con un par al violín, por lo que se ganó las palmas de los asistentes en los tendidos.

Con la franela Rafael le cuajo al novillo, que se dejó meter buenos muletazos, que la gente le reconoció con aplausos; sin embargo no pudo redondear con la espada.