La salud físico-deportiva depende de la salud pública, ya que el deporte ante situaciones globales de salud son importantes, pero no urgentes, ya que lo primero ante cualquier situación de salud es preservar la vida, después la funcionalidad y por último la parte estética.
“Primero que todo, qué es recuperación desde la parte salud pública. Consiste en acciones organizadas en el tejido social en donde nos encontramos, todos los seres humanos y parte de otras especies, para la reconstrucción con nuevas adaptaciones que permitan nuestra conservación como humanidad, la cual actúa a cambios de salud naturales e inesperados”, explicó Raymundo Nava, auxiliar médico terapéutico.
“Actualmente el mundo se encuentra en proceso de recuperación y transición de reactivar la actividades físico-deportivas. Hoy en día médicos, entrenadores, metodólogos y otros especialistas, confirman la importancia del ejercicio físico el cual puede ser una poderosa herramienta para equilibrar el proceso de recuperación de la salud”, destacó.
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El deporte como recuperación es un proceso psico-biológico que restablece las estructuras naturales a través de la regeneración por consecuencia de alteraciones y/o cambios sistemáticos de esfuerzo, por ello la comprensión de cómo lograr una óptima recuperación, ya que el organismo es capaz de restablecerse ante tanto tiempo de confinamiento y suspensión de actividades físicas y deportivas.
“Remarquemos que la recuperación debe ser individual, desde la base y orientación profesional médico deportivo, terapéutico, entrenador, preparador físico y demás responsables en tema de salud. Porque la realidad de México es que tiene modelos de actividades físicas y deportivas que tienen necesidades y carencias profesionales, mismas que pueden ser contraproducentes a los efectos positivos buscados con mucho ahínco”, señaló el experto recuperación deportiva.
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Aconseja que “debemos considerar retomar acciones de actividad física antes de retomar un deporte en especial, para lograr un re-acondicionamiento físico y mental, posteriormente evaluarse de forma profesional para obtener resultados reales y así poder valorar las cargas de esfuerzo, ya que el cuerpo humano funciona con formas muy complejas biológicas, que requieren cuidados”.
“He leído constantemente sobre que ‘la mente lo puede todo, el dolor es temporal, no entrené pero soy fuerte, entre otras’ y es bueno, suena bien, pero la realidad es que si tu cuerpo no está rehabilitado, entrenando y alimentado con las fuentes energéticas necesarias, seguramente fatigarás tu sistema inmunológico, agotarás tus reservas energéticas como glucosa, carbohidratos, proteínas y agua, causando deterioro lentamente y un futuro incierto para tu salud”, reveló.
“Mencionaremos que en un estudio de cuatro semanas realizado a su servidor, con evaluaciones morfo funciónales y pruebas de esfuerzo físico, encontramos que a pesar de entrenar bajo techo, solo se pudo desarrollar la parte muscular del tren superior un 10 por ciento aproximadamente, con una disminución en capacidades de 8 por ciento aproximado de velocidad y ocho por ciento flexibilidad, aumentando la presión arterial y grasa visceral”, informó.
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“Todo esto como resultado de cuatro semanas de confinamiento y con entrenamiento planificado; imaginemos las personas que realizan ejercicio físico, sin orientación ni vigilancia por profesionales. A ello invitamos a dar inicio a las actividades físico-deportivo de forma paulatina y espaciada de acuerdo a indicaciones sanitarias. Es por eso de vital importancia la comprensión y correcta aplicación del deporte y actividades físicas como herramientas para estabilización y coadyuvante para la recuperación de la salud física deportiva”, finalizó.
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