A finales del siglo XIX, esta especialidad consistía en una especie de gimnasia en grupo con algunos elementos coreográficos.
La gimnasia rítmica, cuyas influencias beben del ballet ruso y la gimnasia con aparatos, se convirtió en un deporte competitivo durante la década de 1920 en la Unión Soviética.
Veinte años después de su reconocimiento por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) en 1963, se convirtió en un deporte olímpico a partir de los Juegos de Los Ángeles de 1984.
Primero solo reconocieron la competición individual y luego en equipos, a partir de Atlanta-1996.
Es la única disciplina olímpica en que solo compiten mujeres.
Las pruebas
Dos pruebas femeninas: una individual y otra por equipos.
La gimnasta presenta cuatro ejercicios siguiendo el ritmo de la música en un suelo elástico de 13x13 metros. En cada uno de ellos, utiliza un objeto en movimiento; un aro, un balón, mazas o una cinta.
Son juzgados en función del nivel de dificultad, el valor artístico y la ejecución.
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