El alpinista fresnillense José Armando Navarrete Ulloa regresó al municipio de Fresnillo, después de haber subido a la cima del Monte Everest; el alpinista fue recibido por familiares y amigos, que le mostraron cariño y admiración al haber conquistado la cima de la montaña más alta del mundo.

“No es la primera vez que yo estoy en el Himalaya, es mi cuarta vez escalado montañas en ese punto, es mi segundo ocho mil, el primero fue el Manaslu en el Himalaya, que posee los ocho mil 163 metros sobre el nivel del mar y mi gran reto fue el Everest, con una altitud de ocho mil 848 metros sobre el nivel del mar. El Everest es una montaña enigmática, una montaña que te atrae, muy hermosa, enigmática que puede darte la oportunidad de subirla o morir”, relató.

“Lo que más me gustó de ésta expedición fueron las cascadas de hielo, ubicadas a la entrada de la cascada de Khumbu, que se ubica del campamento base al campo 1. Esa parte es muy técnica, la cual tienes que pasar de madrugada porque es muy peligrosa, si pasas más tarde pueden haber muchas avalanchas; hay grietas por todos lados, es un laberinto interminable que te lleva al campo 1. Tardas seis horas del campo base al campo 1”, reveló en entrevista para El Sol de Zacatecas.

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“De ahí haces una escala, duermes en campo 1 y subes al campo 2 y tardas unas cuatro horas en subir a él. Del campo 2 al campo 3 tardas cuatro a cinco horas en hacerlo, pero, como ya es más altura tienes que dormir unos dos días en el campo para poder irte adaptando”, señaló.

“Cuando estas en campo 3 haces seis horas al campo 4 y ya estás en la zona de muerte a ocho mil metros; es una de las partes más difíciles, no puedes estar mucho tiempo en esa altura, porque tu cuerpo se está agotando físicamente y moralmente; el oxígeno se requiere para poder sobrevivir, no puedes estar más de dos o tres días a esa altura, sería fatal estar ahí más tiempo. Del campo cuatro a la cumbre hice 12 horas, con oxígeno suplementario y con una capacidad de 1.5 a 2 litros por minuto, que es lo que traía de oxígeno, es como vas subiendo para llegar a la cumbre”, explicó.

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“Después de que ya llegas a la cumbre, disfrutas los paisajes, el amanecer, la sombra del Everest que se refleja a lo lejos; cuando vas llegando en la madrugada es espectacular, son una vistas impresionantes”, finalizó el alpinista de El Mineral.

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