Zacatecas, Zac.- En una presentación no tan común, la obra de teatro físico se realizó de una forma íntima e interesante, pues la propuesta de hacer que los espectadores estuvieran a centímetros del actor, hizo que no se perdiera ningún detalle.
Minutos después de las 18:30 horas el acceso a la sala comenzó, los asistentes tomaron asiento arriba del escenario donde se encontraron colocadas gradas que permitían observar cómodamente la interpretación del actor Jaime Alonso Vallejos que se transformó en padre, hijo, madre, hermano y una serie de amigos con los cuales, su trabajo y su capacidad de transportarse a sí mismo y a todos los que se encontraban en la sala no se puso en duda por ningún momento. Entre el público se observó a Thomas Richards, director de esta puesta en escena, mismo que disfrutó de la extraordinaria interpretación de Jaime.
La historia de “Gravedad” está basada en historias de exiliados chilenos a Suecia, a través de éstas, fue posible transportarse a memorias de desarraigo y regreso, siendo de esta forma como se cuestiona una constante atracción hacia lo que se percibe como patria y por supuesto, como un hogar. Jaime, actor de este monologo, fue el que llevó a los presentes a una comprensión profunda de los deseos y tentaciones de una familia al ser transportada de ida y vuelta en un puente frágil entre hemisferios y naciones.
El extraordinario trabajo del actor estuvo complementado con una escenografía sencilla pero esencial, la calidad actoral permitió que los espectadores comprendieran la historia y el desarrollo de ésta; el propio desenvolvimiento que tuvo el actor con la escenografía fue pieza clave para poder visualizar cada escena con bastante imaginación, ya que un objeto se “convertía” en algo completamente diferente a lo que el público observaba.