Previo a la rehabilitación y mantenimiento que se realizará en el museo Rafael Coronel, actualmente son retiradas de exhibición cerca de mil 500 figurillas de terracota que serán resguardadas temporalmente en una bodega de transición.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) apoya desde el fin de semana pasado, en el retiro de las esculturas que datan de los siglos XVII y XVIII.
Al mismo tiempo, se realizan fichas de registro y se toma registro fotográfico en un trabajo coordinado entre el Centro INAH Zacatecas y la dirección del museo Rafael Coronel, con el apoyo de alumnos de la Escuela Estatal de Conservación y Restauración de Zacatecas, Refugio Reyes.
Se emplea un criterio arqueológico de registro, embalaje y resguardo, el cual consiste en utilizar cuadrantes para obtener la ubicación y posición precisas de cada pieza dentro de sus vitrinas, lo que permitirá que al momento de que estas sean montadas de nuevo mantengan la posición exacta en las que las colocó Rafael Coronel.
Tras casi 40 años de haber sido instaladas, el Área de Conservación y Restauración del Instituto elabora un diagnóstico del estado que guarda cada pieza y realizará intervenciones preventivas para asegurar su permanencia, así como restauraciones completas, sólo en casos puntuales.
La Sala en Tiempos de la Colonia, conocida popularmente como “Sala de las Terracotas”, incluye figurillas de barro con formas muy diversas, entre las que se identifican algunas que representan a la Virgen María cabalgando en un asno, ángeles, jinetes y cortesanos vestidos con casacas, así como mujeres palmeando tortillas y animales domésticos y de campo.
Las esculturas, de formatos pequeños y medianos, se usaron para curar “el mal de aire” de personas enfermas, ello según las creencias populares que aún subsisten en algunas partes del país. Después de ese empleo, se depositaban en pequeñas cavidades de cuevas y cerros para que dichos aires regresaran a sus lugares de origen: el vientre mismo de la tierra.
Museo Rafael Coronel
El Convento de San Francisco, ubicado al norte de Zacatecas, fue fundado a finales del siglo XVI, como uno de los centros religiosos más importantes de la ciudad y la región. Actualmente alberga la colección personal de Rafael Coronel, como acervos de máscaras, cerámica prehispánica y títeres de la compañía Rosette Aranda, además de dibujos de los pintores Diego y Ruth Rivera.
El inmueble fue restaurado y acondicionado para incluir espacios museográficos, a partir de los años ochenta, por Federico Sescosse.
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