El pasado 19 de enero el Papalote Museo del Niño lanzó la campaña Salvemos a Papalote, solicitando apoyo de la sociedad para evitar su cierre definitivo debido a la crisis por la pandemia del Covid-19. La respuesta ha sido muy favorable logrando en sus primeras semanas recuadar el 46 por ciento de la meta de 50 millones que necesita para sobrevivir.
Así lo afirma la directora general del museo Dolores Beistegui, en entrevista para El Sol de México quien destacó que la respuesta ha sido imendiata por parte de los interesados en mantener su importante labor educativa que ha distinguido a esta institución a lo largo de 27 años.
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“Quisimos compartir nuestra imposibilidad de seguir avanzando solos con toda la comunidad del Papaolote, todas las miles personas que lo han visitado, los maestros y quienes están comprometidos con la infancia en México”, dijo Beistegui, e invitó a seguir con la causa aportando donaciones a través del sitio papalote.org.mx/donativos.
“Papalote quiso abrir los brazos y decir esta es nuestra situación y si no contamos con recursos extraordinarios a corto plazo, no tenemos las codiciones para seguir manteniendo este proyecto y menos para reabrir en el momento que se pudiera. Todo a través de esta campaña de recaudación de fondos y relaciones públicas, cuya acogida ha sido extraordinaria por los medios y miles de personas que respondieron que no podían permitir que siguiera pasando esto”, dijo Beistegui.
Comentó que el apoyo fue a partir de donaciones desde 50 pesos hasta con mensajes directamente en redes sociales de quienes quieren sumarse.
“Nos acercamos a empresas, grandes donadores, fundaciones y personas físicas, quienes se están uniendo a nuestro llamado. A dos semanas de iniciar esta campaña ya habiamos alcanzado el 46 por ciento de nuestra meta con apoyos privados que deciden apoyar a este proyecto. “Sentimos que lo vamos a lograr porque pudimos comprobar el valor de legitimidad y el apego de miles de personas y familias que no están dispuestos a no hacer nada”.
Explica que se debe contar con los recursos para una posible reapertura que implica limpieza profunda, contratación de personal y generar una serie de actividades adicionales para que el público se sienta motivado a regresar. Hasta ahora el monto de lo recaudado es de 23 millones 603 mil pesos.
La misión
Enseñar jugando ha sido durante 27 años la misión del Papalote Museo del Niño.
“Lo que se aprende divirtiéndonos normalmente se queda, si se enseña bajo un sufrimiento tremendo porque es aburrido, no lo retenemos tanto. Lo que aprendemos en la vida de una manera sabrosa, a gusto se queda, ese es el objetivo del Papalote y lo hemos hecho alo largo de 27 años adaptándonos siempre a los nuevos retos de la tecnología y generar una oferta que sigue siendo extramadamente atractiva“.
Durante el confinamiento el museo lanzó Papalote en casa un exitoso micrositio gratuito para que pequeños en primera infancia, maestros y padres de familia pudieran tener acceso a diferentes actividades.
“Tenemos un millón y medio de visitantes y 750 mil usuarios que han estado en contacto con actividades, consejos, cuentos… para que las familias se sientan acompañadas, se diviertan y los niños puedan expresar sus miedos y ansiedades, además de trabajar en conjunto con los maestros para enseñarles a educar a distancia”.
La nueva educación
Beistegui comentó que esta pandemia ha servido de mucho aprendizaje.
“Tenemos que reconocer que es una cirisis muy grave en términos de educación. Si bien nos va, y haya un regreso a clases en agosto, los niños habrán estado 20 meses sin escuela, ¡es monstruoso!
“No recordarán el mínimo de disciplina, ya no te puedes levantar cuando se te de la gana, no te puedes aburrir y decir ya me voy, no puedes ponerte a platicar con tu vecino… más allá de lo que se desarrolló en línea, la convivencia y el orden que implica un aula y que sirve para toda la vida ha desaparecido por completo, no hay un sólo maestro que me va a desmentir la enorme dificultad que será lograr que los niños vuelvan a una disciplina.
“Por su puesto el aprender a utilizar herramientas digitales nos ha obligado a ser más creativo e imaginativo pero la brecha entre la pobreza ha crecido porque los que no tenían acceso a herramintas tecnológicas siguen sin tenerlo. Hay muchas áreas del país que no tienen conexión de ningún tipo y olvídese de tener tablets o cualquier dispositivo. La televisión educativa ha intentado en sus posibilidades atender este gran resago, pero un niño solo ante una televisión difícilmente se va a concentrar más de cinco minutos, el costo de niños que no han estado escolarizados un año completo es brutal, además del daño emocional”, concluyó.