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Hace muchos años en Comala, Colima, en el oeste de México, existió una hermosa joven de nombre María, ella era una mujer dedicada totalmente a su hogar y a atender a su amado esposo quien trabajaba en el campo, y aunque ella era muy bondadosa, los celos que ella sentía por su hombre no tenían limites, tanto que estuvo dispuesta a encontrarse con el mismo diablo.
En una ocasión el matrimonio había sido invitado a una fiesta de los dueños de la hacienda donde ellos tenían su casita, pero consideraron que no ir era la mejor opción, pues la mayoría de los asistentes eran personas económicamente pudientes, así que el esposo fue a disculparse por su inasistencia, pero pasaban las horas y aquel hombre no volvía
María estaba perdiendo la cabeza, no dejaba de imaginar que su hombre podía estar siendo infiel en los brazos de otra hermosa mujer, estaba tan perdida que al pasar las cinco horas, maría hizo un ritual para invocar al señor de las tinieblas, quien escucharía su llamado…
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Cuando el diablo visitó a María, ella le ofreció su alma a cambio de que su esposo volviera a casa, a lo que el diablo aceptó de manera gustosa, llevándose a María para después terminar con su vida y enterrarla en una fosa junto a la laguna.
Cuando el esposo llegó a su casa y se percató que María había desaparecido, pidió ayuda al sacerdote y sus vecinos para emprender la búsqueda de su esposa.
Cuando la gente buscaba alrededor de la laguna, vieron un extraño sepulcro, del cual de pronto el cuerpo sin vida de María flotó y se dirigió al centro de la laguna para finalmente caer al agua, donde se hundió para nunca más ser encontrada.
Se dice que bajo la influencia del diablo la laguna fue llamada: “La María”.
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