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En el panteón Puerta Blanca en Tijuana, municipio del estado de de Baja California, al norte de México, justo a unos metros de la tumba de Juan Soldado se encuentra una que siempre tiene flores muy frescas, está limpia y arreglada y cuentan los lugareños que quien reposa ahí fue una joven que, tristemente murió de amor.
Enriqueta era una muchacha rica y muy bella, por lo que su padre la encerró y no le permitió de ninguna manera que siguiera enamorada de un joven que era bastante pobre.
Profundamente dolida, Enriqueta dejó de comer y, al paso del tiempo murió de tristeza.
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Con profundo dolor la sepultaron en el panteón Puerta Blanca.
Después de un tiempo, se supo, siempre se veia una muchacha que pedía la llevaran a la iglesia de San Francisco; esa misma que está frente al Parque Vicente Guerrero.
Cuando salía, de la misma forma pedía un aventón y se bajaba frente al Panteón., que por ese entonces estaba solitario..
En la actualidad, hay muchas casas a su alrededor y al frente.
En una ocasión,la levantó un taxista y decidió entonces esperarla a la salida de la Iglesia para llevarla de regreso.
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Cuando Enriqueta se bajó hacía frío y el taxista le prestó su chamarra para que se cubriera.
Ella le pidió que fuera a recogerla a una dirección que le dio; y ahí le pagarían la llevada.
Al dia siguiente, el muchacho taxista fue a la dirección; descendió del auto y se encaminó a la puerta y tocó.
Le informó a la persona que le abrió que iba por su chamarra y por el importe que se le quedo a deber una muchacha que había dejado el día anterior. Obviamente, él esperaba recoger su chamarra y cobrar el adeudo.
Le dijeron que no, que ahí no había ninguna chica joven.Desconcertado, comenzó a describir a la chica.
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El hombre, que no era otro que el papá de Enriqueta, lo hizo pasar y le enseñó una foto que tenía sobre un mueble. Y el taxista, de inmediato la reconoció. Fueron al cuarto de la chica y ahí encontraron la chamarra colgada tras la puerta.
Profundamente emocionado el papá de Enrique le informó ella teníaa ya varios años fallecida.
El muchacho salió corriendo despavorido y se volvio locó.
El padre de Enriqueta quedó igualmente atónito con el descubrimiento.
Como comprenderán, es una leyenda y como esa historia, existen varias; hay muchas variantes de la misma y, como suele pasar, cada quien la cuenta a su manera…