Zacatecas, Zac.- Como un “aviso” e invitación para acudir a la iglesia, suena el campanario de la Catedral Basílica, con una resonancia que inunda el centro histórico de la ciudad. Miguel Trejo Gómez realiza este trabajo desde hace 25 años… hacer sonar las campanas.
Oriundo de Zacatecas, el campanero quien cuenta con 62 años de edad, sube hasta la torre sur del templo, de 30 metros de altura, para tocar la campana mayor y llamar a misa.
Día a día, faltando 15 minutos para la hora, Gómez sube 100 escalones en forma de caracol para llegar y emitir la acción que anuncia a los feligreses las llamadas para el rezo.
Con una campana que pesa siete toneladas (conocida como Buenaventura, en honor a un padre) fabricada en bronce y plata, con un badajo de 300 kilogramos, es como sus repiques llaman a los creyentes de un pueblo.
Detrás de estos sonidos que escuchan los de casa y turistas, se encuentra la mano de Gómez, que lejos de ser tan sólo un trabajador, figura por ser parte de la historia de la catedral.
Antes de tener este oficio y darse a la tarea de mantener el campanario con sus ocho piezas en buen estado, también se hacía cargo del museo que albergaba la Rinconada de Catedral, un sitio que mostraba arte sacro, pero que lamentablemente cerró hace más de 12 años.
Sobre el simbolismo de las campanas en los templos, se sabe que su uso se remonta a la iglesia occidental en el siglo VII y también en la oriental, con el paso del tiempo, su eco concurre a los fieles para alabar a Dios, una tradición arraigada sobre todo para la religión católica.
Te interesa: Iván de León obtiene el Premio Internacional de Poesía “Ramón López Velarde”
Pero, no se replican siempre, explicó Miguel Trejo, existen diversos modos, según las festividades que se presenten; en las fechas importantes se tocan todas las campanas, ya sea ordenaciones de sacerdotes o la romería de la virgen.
Aunque se conocen varios sonidos como el de arrebato, el común y el de difuntos, que incluso va más allá de un lenguaje universal, dijo el campanero “me gusta este trabajo, oír las campanadas es más que un estilo de vida”.
Te recomendamos: