Flor Ángeles García, artesana de la comunidad wixárika, de 20 años de edad, informó que el arte que produce es milenario y actualmente las nuevas generaciones innovan en las piezas que realizan.

Aunque uno de sus principales productos son los accesorios decorados con chaquira, ahora promueve bolsas, ropa y hasta tenis con diseños únicos y símbolos que representan sus tradiciones y la cultura ancestral.

Flor García, aprendió desde los ocho años el arte wixárika y desde hace algún tiempo se especializó en el trabajo con estambre que resulta el más complejo a comparación del arte en chaquira.

Destacó la importancia de llegar a nuevos públicos y seguir en la promoción de sus creencias y tradiciones ahora con una nueva oferta de artesanías, "con las nuevas generaciones estamos evolucionando, por ejemplo antes no se usaba el color rosa en nuestro arte y ahora ya lo incluimos" dijo.

En cada una de sus obras, plasma con regularidad el peyote, el venado y el águila de dos cabezas, siendo este su deidad, "nuestros trabajos se distinguen por ser coloridos" manifestó, al detallar que la venta de sus productos son parte del estilo de vida de su comunidad.

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Con talleres dirigidos a niños, jóvenes y adultos, enseña la historia de su pueblo en Jalisco y cómo ha sido su travesía por Zacatecas. También imparte clases para la elaboración de cuadros de estambre basados en madera con cera de Campeche.

La realización del ojo de Dios en las piezas que representa la protección, también es una de sus labores, por lo que extendió la invitación a conocer las artesanías wixárikas, apoyar y consumir este tipo de trabajos elaborados a mano y con amplia historia y antigüedad.