Mantenerse informado de lo que sucede a su alrededor es el secreto para que el director Jorge Cuchi se inspire para el desarrollo de una historia ficticia, pero que al final deje un mensaje o invite a la reflexión del público.

Así sucedió con su ópera prima 50 (o dos ballenas se encuentran en la playa), que luego de ver las noticias sobre un juego suicida que cobraba la vida de miles de adolescentes en el mundo, apostó por un producto cuyos temas centrales son la salud mental de los jóvenes, el descuido de los padres hacía con estos y el impacto del fácil acceso a la información a través de internet.

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Ese método se repitió para la segunda cinta, Un actor malo, misma que está en postproducción y que refleja el acoso sexual que sufren las mujeres de parte de productores o actores dentro de la industria.

“Acabo de filmar hace un par de meses una película nueva con Alfonso Dosal, Fiona Palomo y Karla Coronado. La trama se desarrolla en un set de filmación, una actriz, que es Fiona Palomo acusa al actor Alfonso Dosal de abuso sexual. Esto surgió motivado por los movimientos que se han hecho relevantes en los últimos meses. Escucho las noticias y hasta me siento indignado de mi género, ¡damos vergüenza!, la verdad es que se tiene que hablar de esto.

“50 ballenas también nació de ver las noticias, estaba viendo que salió un juego suicida de 50 retos y en 50 días cobra la vida de adolescentes de todo el mundo, dicen que viene de Rusia, que lo inventó un chavo de que quería acabar con miles de adolescentes”, afirmó el director en entrevista.

Su cinta debut recibió premios a Mejor Película, Mejor Actor y Actriz para los protagonistas Karla Coronado y José Antonio Toledano, por sus personajes de Elisa y Félix, respectivamente, en el Festival Internacional de Morelia el año pasado. También está nominada a tres Premios Ariel en las categorías Mejor Guión Original, Efectos Visuales y Ópera Prima.

50 (o dos ballenas se encuentran en la playa) se filmó en 2019. Su historia se centra en dos adolescentes con depresión que se conocen a través de una dinámica virtual llamada "El Juego de la Ballena Azul", en la que se enfrentan a 50 retos, comenzando desde una prueba menor, pasando por aquellas en los que tienen que agredir o matar a alguien malo, hasta llegar al final de la prueba que es el suicidio.

La protagonista fue víctima de abuso sexual de parte de una persona cercana, lo que desencadena un comportamiento errático y encuentra un refugio en el alcohol.

En el caso del joven, se enfrenta a la separación de sus padres, quienes le dan poca atención; no tiene interés en asistir a la escuela, su enfoque está más en el cuidado de sus plantas.

El actor José Antonio Toledano advierte que no hay mejor forma de proteger a hijos o adolescentes, “más que a través del diálogo, en vez de quitarles el teléfono, o bloquear contenidos sobre temas tabúes, es mejor prepararlos para el mundo real, darnos las herramientas para enfrentar de la mejor manera y más sana para nosotros. Es importante trabajar en la seguridad que tienen las personas en sí mismas”.

La cinta plantea, dice el director, una reflexión acerca de la relación entre jóvenes y adulto. Se estrena este 8 de septiembre en cines comerciales, es producida por Verónica Valadez y Hari Sama.

Por ahora, Cuchí se enfoca en finalizar su segundo proyecto. Lejos de señalar culpables, su objetivo es evidenciar problemas sociales y ayudar a quienes pudieran resultar afectados.

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“Yo no vengo de la industria del cine, así que en Un actor malo no estoy contando una historia que yo conozca, tampoco se refiere a alguien o algo en específico, está basado en mi sentido común y sé que algo así ha pasado varias veces y sería bueno decirlo, desde el punto de vista de un hombre, creo que puede ser muy interesante.

“Soy bastante equilibrado dentro de todo, tengo una conciencia del tema que estoy tratando y soy muy cuidadoso en ese sentido, pero sí quería aportar algo desde una perspectiva masculina que los hombres también levanten la voz y hablen de este tema”, expresó el director, quien previo a sus trabajos de cine se dedicó durante 25 años a la publicidad.