Horacio Franco ofreció el domingo un concierto gratuito en el Museo del Niño Minero, en el municipio de Vetagrande, Zacatecas, en la celebración preinaugural del 18° Festival Barroco de Guadalupe; en la segunda parte del concierto estuvo acompañado por el ensamble Academia de Música Antigua.
Las notas musicales se apropiaron del edificio icónico del siglo XVIII, el cual sirvió como hospital y escuela. En 1995, abrió como museo comunitario para contar la historia de una población que nació y ha vivido de la minería.
Al cumplir la mayoría de edad, el Festival sale de su casa: el Museo de Guadalupe, donde este martes 24 de septiembre se realizará la inauguración oficial y extendiéndose a otras sedes para alcanzar a más personas, comentó Horacio Franco, cofundador del evento, un músico sui generis que se aventura a tocar fuera de las salas de concierto bien sonorizadas y con un público que no se pasea frente a él mientras interpreta, circunstancias que lo que lo obligan a trabajar más, sobre todo tratándose de un instrumento tan vulnerable al viento como la flauta de pico, pero que acepta el reto porque sabe que es la forma de hacer nuevos públicos.
En la preinauguración, Rosa María Franco, directora del Museo de Guadalupe y cofundadora del Festival Barroco, destacó que la cultura es un derecho y hay que defenderlo, luego de referir que con motivo de los 18 años del festival y los 80 del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta actividad se extiende a otros municipios fuera de Guadalupe, en los que hace falta fortalecer el desarrollo cultural de la población.
Principalmente, dijo, se busca llevar las actividades a zonas donde la atención a la cultura estaba rezagada, como Vetagrande, un municipio de alrededor de nueve mil habitantes, cuya actividad económica ha sido la minería, la cual, al decaer, obligó a la gente a emplearse en la ciudad de Zacatecas y, en menor escala, dedicarse a la agricultura y ganadería.
La celebración preinaugural del Festival Barroco de Guadalupe abrió con la participación de los Pequeños Cantores de Zacatecas, agrupación coral profesional que se ha ganado un espacio en los festivales culturales y en diversos foros del estado. Fue fundada en 2010 por su directora, María Cecilia Oliva Hernández. La música de concierto tuvo como preámbulo a las tradicionales morismas, que llegaron del municipio de Ojocaliente, y a la Banda de Guerra de Vetagrande, reconocida a nivel estatal.
En el concierto estuvieron presentes el secretario de Turismo de Zacatecas, Eduardo Yarto Aponte, en representación del gobernador, Alejandro Tello Cristerna; el presidente municipal de Vetagrande, Manuel de Jesús González Acosta; representantes de los municipios de Guadalupe y Ojocaliente, y Rosa María Franco, titular del Museo de Guadalupe, a quien el edil agradeció su entusiasmo y apoyo en el rescate del Museo del Niño Minero, para convertirlo en el alma cultural de Vetagrande, con el mismo conocimiento y experiencia que le permitieron poner en valor al museo que dirige.
El Museo del Niño Minero es atendido por la secretaría estatal de Turismo; la consolidación estructural está concluida y se le construyó un dren para aislarlo de los escurrimientos de la ladera que colinda con éste En la siguiente fase, el Museo de Guadalupe comenzará a trabajar en la reestructuración museográfica y de contenidos.
Actualmente, el Museo del Niño es rescatado, luego de un largo periodo de abandono, mediante un esfuerzo conjunto entre los gobiernos municipal y estatal, así como con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de Museo de Guadalupe y el Centro INAH Zacatecas. El espacio arquitectónico es restaurado por la Secretaría de Turismo de esa entidad, con la asesoría del INAH; su concepto museológico y museográfico se planea con apoyo del Museo de Guadalupe.
El recinto lleva ese nombre en memoria de todos aquellos hombres que entraban a trabajar a las minas siendo niños, en promedio a los 10 años de edad, donde laboraban hasta que morían, antes de cumplir los 50 años. Así lo cuentan los pobladores: abuelos, padres, tíos… quienes pasaron su vida en las minas hasta que sus pulmones comenzaron a disminuir de tamaño y dejaron de funcionar por la silicosis.
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