Para el fotógrafo Gerardo Suter abordar el tema de la migración en su muestra individual Origen y destino, que se inauguró ayer en el Museo de Arte Carrillo Gil, fue todo un reto, al utilizar elementos del arte contemporáneo con varias series reunidas bajo el título de Microrrelatos, unos libros que, a su vez, son bitácoras de trabajo e instalaciones en video que comentan el asunto migratorio.
Lo anterior, desde una selección y edición de fotografías y otros materiales, tanto históricos como actuales, provenientes de los medios de comunicación o del submundo de imágenes amateurs, prácticamente clandestinas, que circulan en las redes sociales.
"La obra, más allá del tema, que es muy actual en estos momentos, resultó un desafío presentarla en cuanto al texto como imagen, desde el punto de vista de la utilización de la fotografía y su circulación. Me plantea no sólo retos conceptuales sino también teóricos en sus procesos de investigación", explicó el artista de la lente quien agregó que este trabajo por su temática se encuentra vinculado a las ciencias sociales, la antropología y la política y la economía, "toca muchas aristas", apuntó.
Al respecto, el artista de origen argentino ganador de la Beca Rockefeller-MacArthur de Cine, Video y Multimedia en 1998, quien reside en México desde 1970, agregó que esta exposición "es una revelación en metodología y me parece interesante verlo desde ese punto de vista".
Acerca de la muestra, su curador Carlos Palacios, menciona que ésta apunta a generar una visión distinta sobre los migrantes, desde historias individuales o desde las estremecedoras imágenes de las condiciones de un viaje, cuyo final es infeliz y trágico. Cabe mencionar, que Origen y destino. Gerardo Suter está integrada por alrededor de 20 obras, entre videoinstalaciones, una proyección de acetatos, fotografías y 13 libros de artista.
La mayoría de estos libros forman parte de un proyecto mayor intitulado neoTrópico, en el que se entrelazan diversos temas (como las migraciones forzadas: eje de esta exposición) derivados de las diferencias y particularidades históricas y culturales que dividen el planeta. Con esa visión vanguardista, el expositor quien inició su trabajo como fotógrafo en la década de los ochentas, destacó cómo ha sido, en su caso, el proceso de pasar de la fotografía análoga a la digital.
"Para mí la fotografía siempre fue un espacio abierto, lo que me interesa es producir las imágenes y ahora con más dispositivos en los que se pueden difundir y desarrollar las ideas, cualquier opción es bienvenida, llega un momento en que uno no se preocupa tanto por esta pureza de lo fotográfico, eso ya pasó, no es algo que me quite el sueño, ahora con la tecnología se han ampliado los recursos de la imagen y hay un banco de datos, un archivo que es internet, que podemos tomar imágenes que están en la red", esas, consideró Suter, son las que le han servido para su labor documental.