La celebración del Día de Muertos actual, es una tradición relativamente joven en Zacatecas, pues se remonta a la primera mitad del siglo XX, según expuso Federico Priapo Chew, cronista del estado.
Explicó que por su ubicación geográfica, el estado recoge elementos del norte, como es la costumbre de pedir dulces puerta por puerta en la noche de Halloween, y las costumbres del sur de México, como la instalación de altares.
_________________________________________________________________________________________________
Video relacionado
_________________________________________________________________________________________________
Una de las características que diferencian a Zacatecas de otras regiones del país –tanto del norte como del sur- es el canto popular con el que los niños salen a pedir dulces, y que inicia con “el muerto pide camote, si no se le cae el bigote…”
Al respecto, el cronista explicó: “Se trata de un cántico que se comenzó a construir a partir de las experiencias de los mineros que perdían la vida y dejaban a sus viudas desamparadas”.
El camote que se menciona, hace alusión a la golosina que se solía dar en los velorios (camote con piloncillo y guayaba) aunque podría tratarse de una leyenda urbana, ya que no se han encontrado documentos que demuestren que esto se realizaba, aclaró Federico Priapo.
_________________________________________________________________________________________________
Video relacionado
_________________________________________________________________________________________________
Este canto, lejos de perderse, fue creciendo con nuevos versos y se transmitió de generación en generación: “se ha fortalecido entre chicos y grandes, sobre todo para los días uno y dos de noviembre, fechas en los que miles salen a cantar y pedir el muerto”.
Por su parte, Fernando Villegas, cronista del municipio de Guadalupe, mencionó que “el muerto que pide camote” ha comenzado a extenderse a otras partes del país. Explicó que hay maestros egresados de escuelas normalistas de Zacatecas, que posteriormente enseñan el cántico en escuelas ubicadas en Durango, Aguascalientes, San Luis Potosí y Coahuila:
Ahora se han llevado esta costumbre de cantar entre sus alumnos para contagiar la tradición a otros lugares.
Además, personas que viven en Estados Unidos, han llevado esta expresión zacatecana que va pasando de padres a hijos, rompiendo fronteras.