Zacatecas, Zac.- El espíritu del arte universal, recopilado en una amplia y rica colección que reunió el artista plástico zacatecano Pedro Coronel de 1960 a 1985 en sus múltiples viajes por el mundo, es el mismo acervo que donó el propio autor y que por 35 años ha sido parte del acervo del museo que lleva su nombre.
Se trata de una obra única y extraordinaria que integra series orientales, piezas de la época colonial, gráfica moderna y antigua, arte africano y egipcio.
Hablar del Museo Coronel es adentrase a la filosofía y el planteamiento del artista, pero también es entender el arte abstracto y figurativo como un pensamiento contrario, pero a la vez coherente.
“Poco a poco fui adquiriendo las piezas que tenían mayor significado para mí, y me formé una idea propia de lo bello. Esta colección es la síntesis estética que rige mi vida, porque yo soy un poco brujo y a cada uno de estos objetos le chupo o le robo algo de su esencia: concepto, tempo, espacio y significado”.
Selección de obras y autores
Rescatando el sentimiento de altruismo y legado cultural que no se encuentra en otras partes del mundo, es cómo podemos recordar al también ganador del Premio Nacional de las Artes, en el marco de sus 33 años de fallecimiento.
La joya artística que nos heredó, así como sus piezas, tienen una relación de análisis y color, y fueron específicamente consideradas por el pintor, para representar el desarrollo de la historia del arte durante gran parte del siglo XX.
El museo cuenta con siete salas, más los pasillos, y la Biblioteca Elías Amador, en donde se alberga –además de la propia obra de Coronel- arte de Grecia, Japón, China, Italia, así como provenientes de África y Oceanía.
Siendo selectivo con los autores que recopiló, la galería incluye propuestas de la firma de Salvador Dalí, Vasili Kandinsky, Joan Miró, Pablo Picasso, Serge Poliakoff, Goya, entre otros.
35 años del museo
Como un cúmulo de arte universal de todos los tiempos, basta recorrer el inmueble y admirar su majestuosidad; asombroso es caminar y observar “Murmullos de jade”, una de las piezas.
Dicho sitio fue inaugurado el ocho de mayo de 1983, precisamente en uno de los inmuebles del centro histórico de la capital, que se ubica en la Plaza Santo Domingo.
Este lugar, rico por su historia, previamente fue sede del Colegio de la Purísima Concepción, fundado por los jesuitas, luego paso a manos de los dominicos, posteriormente fue usado como hospital, cárcel, vivienda y hasta oficinas de la Junta de Monumentos.
Nuevo discurso museológico
Gabriela Vargas, directora del recinto, anunció que próximamente se presentará un proyecto con un nuevo discurso museológico, con la idea de que las colecciones se integren de una manera activa, además se presentará una sala en la planta baja que permitirá conceptualizar toda la idea de este universo.
Hay tres colecciones prehispánicas que no están expuestas ahora, y serán parte de exposiciones temporales. Pese a que se le ha dado mantenimiento al edificio, no se puede realizar una ampliación por respeto a nuestro patrimonio.
La intención es hacerlo más atractivo y educar a públicos jóvenes, por el momento, el museo recibe cerca de 1800 visitantes por mes, cantidad que se eleva en periodos vacacionales.
Un hombre visionario
El zacatecano Pedro Coronel fue pintor, escultor, grabador y dibujante, perteneció a una generación que no tenía miedo a la experimentación, y a un movimiento importante para la historia del arte en México.
Estudio en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado la Esmeralda. Su obra aunque conocida como abstracta, continúa trascendiendo fronteras por su producción con elementos figurativos, y uso de colores brutales y texturas biológicas. Coronel murió en 1985 y sus restos descansan en uno de los jardines del museo.
“Me parece absurda la idea de una confrontación. El arte no es cuestión de ismos o de modas, es cuestión de tiempo y espacio, y sólo éstos son los que deciden quienes son permanentes y quienes no”.