El antropólogo Diego Prieto Hernández, encabezó el inicio de las celebraciones del 78 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde reconoció que es momento de repensar a la institución en las circunstancias actuales de México y el mundo, que son completamente distintas a las que se suscitaban cuando fue fundada. “Hay que hacer énfasis en una visión integral del patrimonio cultural que incorpore el pasado y el presente”, durante la realización del panel El INAH, una historia, en la Sala Polivalente del Museo Nacional de las Culturas.
Por su parte, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del INAH, rememoró que en 1939, el presidente Lázaro Cárdenas instauró, entre otras instituciones, el INAH, y a éste unió a la Escuela de Antropología, que un año antes, en 1938, se había formado en el Instituto Politécnico Nacional.
La historiadora Leticia Reina, investigadora emérita del INAH, reflexionó sobre el devenir de la institución como un organismo que, a través de dos disciplinas, la historia la antropología, ha analizado el devenir del país. La especialista en arte virreinal, Consuelo Maquívar participó con una breve ponencia titulada “La investigación en los museos. Tarea fundamental del INAH”, en la que destacó que la fundación del instituto propició la organización e institucionalización profesional de la antropología y la historia, así como de los recintos museísticos que paulatinamente se integraron a su estructura.
En el panel también estuvieron presentes Nuria Salazar Simarro, investigadora de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) y Jaime Cama Villafranca, restaurador perito de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) “Manuel del Castillo Negrete”.
Cabe hacer mención que las jornadas para celebrar los 78 años de vida del INAH continuarán hasta el próximo 30 de marzo, en el Museo Nacional de las Culturas, donde se podrá apreciar la puesta en escena “El cuadro”, monólogo que aborda el tráfico ilícito de bienes culturales, a través de diez personajes que relatan el hurto de un cuadro del templo principal del pueblo y entre muchas más actividades.