Hace 50 años se registró un incendio en un edificio del centro histórico de Zacatecas. Era el amanecer del 24 de junio de 1971, el meritito día de San Juan. La Fiesta de San Juan, también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es la festividad del nacimiento de San Juan Bautista por parte del cristianismo el día 24 de junio. Cuenta la leyenda que esa noche, (del 23 para amanecer el 24) las personas lo festejaban encendiendo hogueras con el fin de purificar el sol para darle un ímpetu tal que, a partir de ese día, su brillo irá en decadencia y haciéndose más cortos hasta que llegue el siguiente solsticio, el de invierno, que, a lo contrario de éste, llega con la noche más corta del año.

Pero aquel 24 de junio de 1971 la fogata fue mayor, de seguro el astro rey se purificó más de la cuenta porque la hoguera estaba precisamente en la Avenida Hidalgo del centro histórico de la ciudad de Zacatecas. Una densa columna de humo negro alertaba a los trasnochados que apostaban a que era el Teatro Calderón, otros aseguraban que era el Mercado, pero pocos le apostaban a que fuera la ferretería. El reloj marcaba las 12:30 am

Don Pablo Reimers y su hijo Jesús, pasada la media noche, fueron alertados por el doctor Alfonso Hurtado Tapia que vivía en la cercanía del siniestro.

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Las voces de auxilio comenzaron a escucharse mientras que las llamas provocaban el crujir de la madera con que estaba construido gran parte de ese edificio, y que desde el año de 1872 amparaba la famosa y tradicional Ferretería de “El Globo”, (sus razones sociales, legales bajo la cual estaban constituidos como sociedad fueron Gustavo Neubert y Sucesores y Reimers Hnos.) Un incendio que impactó sin duda a la familia zacatecana por el hecho mismo de la desgracia y por la solidaridad manifestada.

La noche de angustia se alargaba y había temor por el material inflamable que ahí se vendía; madera, pinturas y solventes entre otros eran los más peligrosos.

No había Cuerpo de Bomberos

No había cuerpo de Bomberos en la ciudad, los más cercanos se encontraban en las ciudades de Aguascalientes y en San Luis Potosí. Los bomberos hidrocálidos arribaron cerca de las cinco de la mañana, los bomberos potosinos fueron regresados a medio camino porque ya no era necesaria su presencia. Zacatecas amaneció percibiendo el extraño olor a humo y que además despertó la curiosidad de cientos de zacatecanos que acudieron al lugar. Algunos con la intención de ayudar, otros con el morbo propio de cualquier colectividad. Camionetas de redilas o trocas traían agua de algún punto de la ciudad y con botes algunos zacatecanos luchaban contra el fuego que parecía imbatible. Por arriba el techo se derrumbaba, al frente las cortinas metálicas cedían ante el fuego y por atrás la amenaza de que se extendiera el fuego a más hogares zacatecanos.

El incendio comenzó en la bodega ubicada en la calle de Dr. Hierro y estaba medianamente controlado, pero al abrir las puertas del local en la Avenida Hidalgo y abierta la de Dr. Hierro, el viento circuló libremente avivando las llamas y haciendo incontrolable el fuego que consumía todo lo que encontraba a su paso.

La Ferretería El Globo fue fundada por Gustavo Noiber, de origen alemán y quien estuvo al frente de este negocio por más de tres décadas hasta que se la vendió a su compatriota Pablo Reimers Baumaun (Paul Ludwig Theodor Jakob Reimers Baumann), quien emigró de Hamburgo, Alemania el 19 de febrero de 1898 con rumbo a Nueva York, EEUU, solamente de paso, para adentrarse a nuestro país en el mes de Marzo de 1898 por Ciudad Juárez, Chihuahua, donde siguió el mismo camino de su hermano Francisco (Agustin?) Reimers (Franz Reimers) quien años antes trabajó por invitación en la Ciudad de Chihuahua en el negocio de KETELSEN & DEGETAU, dedicado al ramo de la Ferretería.

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Desde 1872 a la fecha (149 años) El Globo nunca ha cerrado sus puertas, es el comercio más longevo de la entidad y ni aquel corto circuito que provocó el incendio hace medio siglo, fue suficiente para que cerrara sus pesadas cortinas metálicas.

De aquel incendio solo quedaron cenizas y la impotencia de haber perdido todo. La reconstrucción tardó más de un lustro (cinco años), pero al día siguiente de la tragedia la ferretería El Globo atendió a sus clientes. Después del incendio de 1971 se continuó trabajando la Ferretería ubicada en Fresnillo, la bodega que estaba en los bajos de El Mercado González Ortega (rentada desde 1907) se adaptó para abrirla como local comercial, al igual que a Don Lauro Landeros Onofre se le rentó la finca de Arroyo de la Plata donde dicha ubicación fue determinante para salir nuevamente adelante ya que enfrente estaban la parada de los camiones de las localidades del Estado, y cerca también la antigua Central Camionera, cuestión que generó un punto de venta excelente.

Reapertura

El solar que quedó en la Av. Hidalgo, de la cual solo subsiste su fachada principal, se volvió a construir encomendándose dicha obra a la Constructora Cuevas-Serrano, y volviendo a abrir sus puertas a finales de 1977, es decir, poco más de seis años después del incendio, para cerrar definitivamente sus puertas en diciembre de 2007.

La ferretería El Globo tuvo como vecino el consulado alemán debido a que a que la responsabilidad de Cónsul recaía en Francisco Reimers llegó a ser Vicecónsul del Imperio Alemán en Chihuahua allá por 1888 en suplencia de Emil Ketelsen, titular del mismo y quien se ausentó temporalmente. Francisco Reimers se independizó y abrió su propia Ferretería en la Ciudad de Durango, de nombre REIMERS & BEYER, pero desafortunadamente murió a la edad de 32 años en el año de 1894 debido a una afección cardiaca. Esta situación ayudo en gran medida en los tiempos de la Revolución para que nadie tocara el local, situación que vivieron pocos locales comerciales ya que la mayoría fueron saqueados por los Revolucionarios. El Cónsul regresó a su natal Alemania pasados los años violentos con aires revolucionarios y nuevamente regresó al Estado de Zacatecas para abrir una sucursal en la ciudad de Fresnillo.

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Sin embargo, en la II Guerra Mundial la ferretería El Globo tuvo adversidades desde el Momento en el que nuestro país se involucró en contra de Alemania provocando que todo alemán que viviera en nuestro país perdiera todos sus derechos y quienes tenían algún negocio tuvieron que comprar mercancía de reventa para poder subsistir y seguir atendiendo a sus clientes que, en el caso de la ferretería El Globo, eran bastantes por la cantidad de minas que trabajaban en aquellos años en el Estado.

Juan José Mata fue el único deceso. Murió al caerse un puente o pasillo de madera que estaba sobre la bodega mientras participaba como voluntario para apagar el incendio. Los daños colaterales fueron pocos para la magnitud del incendio; solo algunas ventanas del Teatro Calderón quedaron dañadas. El otro comercio vecino, Casa Zesati de don Juan Zesati no sufrió daño alguno.

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