/ viernes 24 de febrero de 2017

Danza de los Matlachines; tradición arraigada

Zacatecas, Zac.- Al ritmo del tambor y marcando el son con cada“pisada”, resaltan entre la multitud los penachos multicolores,y es ahí donde están los danzantes, bailando con fervor al piedel templo, como un ritual de fe y esperanza, ofrecido usualmente ala Virgen o al santo patrono de algún municipio con un profundosentido religioso; esa es la danza de los Matlachines, el rito másrepresentativo de Zacatecas.

La tradición, proviene de la cultura nómada, la historiacuenta que desde la época prehispánica, surgió la costumbre enque los pueblos bailaban en honor a sus dioses, se presume que lostlaxcaltecas cristianizados lo practicaban, aunque no se descartaque tal vez fue una mezcla de la cultura guachichil, pues sianalizamos la danza a detalle, es evidente que también es un actode guerra, que tiene que ver con indígenas, cazadores yrecolectores, por el uso del arco y la flecha, así como laejecución del tambor, que llama al combate.

https://cdn.oem.com.mx/elsoldezacatecas/2017/02/matlachines201702243.jpg

En su libro “Al son de nuestra piel, historias de lasmáscaras del estado de Zacatecas” de Martín LetechipíaAlvarado, el autor desglosa dos interesantes conceptos deMatlachín: El primero de ellos bajo la pluma de Juan J. Zaldívar,quien propone que la palabra proviene del vocablo Náhuatl“malacotzin” de malacochos, que significa girar o dar vueltascomo malacate, y la segunda teoría de la antropóloga Esser Brody,que dice que en Europa este término se deriva delárabe mutawajjihin, “el que adopta una máscara” refiriendo aun bufón –lo que conocemos como el viejo de la danza-.Bajo un contexto además festivo, sesabe que la actividad dancística, en la época antigua se bailabaen círculos concéntricos girando, en donde participaban losadultos mayores “los viejos”, siendo representacionesmultitudinarias. En la actualidad, y pese a lastransformaciones la danza de los Matlachines es un importanteritual que se efectúa en la entidad, en forma de petición oagradecimiento, con raíces indígenas, que sin duda son parte denuestra identidad cultural.

Además la práctica se ha extendido a otros lugares comoAguascalientes, Coahuila y Monterrey, convirtiéndose en una de losmás importantes de la república, con variantes en algunos sitioscomo en Puebla por ejemplo, donde se le conoce como danza de losMatachines.

El paso de la cruz

Es común acudir a un festejo religioso y ver a grupos dedanzantes exhibiendo su fe a través de este culto, en el cualpredomina el paso de la cruz, que consiste en que con el pie trazanuna cruz y la pisan varias veces.

Técnica que representa el desprecio que surge porque en laépoca antigua, había un resentimiento, durante muchos años seaceptó la religión católica pero detrás de los altarescatólicos estaban los ídolos, lo que provocó un sincretismocuando los españoles creían que el pueblo estaba totalmenteevangelizado. Con los años, lacoreografía se ha transformado, ahora observamos como loscreyentes forman dos filas encabezadas por los “capitanes”,quienes comienzan las pisadas fuertes de doble remate en cada pie yson seguidos por los demás participantes, bailando por horas y sindescanso. Los conjuntos pueden ser de diez, o másbailarines, incluso ya figura la inclusión de las mujeres y losinfantes, pues se ha convertido en una costumbre familiar que va degeneración en generación; tal es el caso de los Matlachines “DeBracho Zacatecas” dirigidos por su fundador Juan PérezLumbreras, quien fundó el grupo desde 2006 y que a su vez, heredala costumbre a sus nietos que van desde los tres años de edad.

https://youtu.be/eVj8q-n-6_o

El viejo de la danza

Una de las principales características de esta ceremonia, es laparticipación del famoso “viejo de la danza”, un personaje,que incluso a manera de comedia hace acto de presencia durante elbaile.

Es tradición observarlo portando una máscara con rasgosespañoles, representando a policías y guardianes, esto significaque de manera oculta, en la época colonial, se hacía burla alconquistador, aunque no se afrontaba, se ridiculizaba. Si bien es cierto, que hubo una imposición delculto a determinadas figuras, santos y vírgenes, también escierto que no fue un adoctrinamiento automático, pues los pueblosmesoamericanos en realidad tardaron en ser dominadosespiritualmente. Fray Toribio de Motolinía, decíaque en las danzas prehispánicas los tlaxcaltecas se reunían en laplaza donde eran guiados por viejos que bailaban, por eso elconocido termino “viejo de la danza”.

Variaciones en cada región

Claro está que el baile se conoce en los 58 municipios delestado, aunque no en todos se baila igual, pues las variaciones hantomado presencia; en el caso de Jerez, por ejemplo, los danzantesdel Barrio de San Pedro se comen al “viejo de la danza” y elmismo dice que representa a un español, de forma concéntrica ysimbólicamente le quitan su sangre y se lo llevan cargando.Con el paso del tiempo también sele ha agregado el elemento mestizo, lo interesante es que en cadaregión hay un acto que los diferencía; en Pinos se ofrece ladanza de Los Broncos, en Jerez también existe la de Los Carrizosque se ofrece el 25 de mayo, y la de La Pluma del Monarca en JuanAldama, en la zona de los cañones la conocida danza de LosTastuanes, todas con algo de la influenciaMatlachín. Aunque no se sabe con exactitud sobrecuántas danzas son en Zacatecas, según el testimonio de SusanaPalacios, titular de la Unidad de Culturas Populares, del InstitutoZacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, señalaque si en la entidad hay más de cinco mil comunidades,contemplando que sea una danza por cada una de ellas, se puededescifrar que existe mismo número de danzas.

https://cdn.oem.com.mx/elsoldezacatecas/2017/02/matlachines201702242.jpg

Vestuario simbólico

La indumentaria es fundamental para la ceremonia, se utiliza lanahuilla, hecha de carrizo y metal, con lentejuelas donde predominael color verde, blanco y rojo; los huaraches de tres piquetes concorreas y láminas (para que hagan más ruido); ataderas, huaje yflecha, y el penacho amplio de plumas en el que cuelga una trenzade cabello humano y que por el frente porta tiras de cuentas queocultan parte del rostro del danzante, una vestimenta colorida yartesanal que pesa alrededor de tres kilogramos.

Aunque la descripción es del traje tradicional, hay sitiosdonde varía, como en La luz Casa Blanca, ahí no usan penacho,usan paliacate y playera roja, los distingue las nahuillas pero sinadornos de lentejuelas, otro caso es el de Jerez lugar dondeutilizan chaparreras llenas de huesos.

La modernización del ritual

La danza de Matlachines es el vestigio más antiguo y evidentede nuestras tradiciones nómadas y chichimecas, una costumbremilenaria que se ha modernizado, existen dos críticas dentro de lacultura popular, según explica el investigador MartínLetechipía;  los tradicionalistas que dicen que si en lapráctica no se usa huarache ya no vale, y el otro grupo flexibleque menciona que lo que importa es la intención de bailar, sonparte de nuestro patrimonio.

https://youtu.be/iEW6fKE5vxA

Las danzas son tradición y cambio, las que hoy vemos, no sonlas originales, todo evoluciona, lo importante es el sentido decolectividad, simbolismo, pertenencia, y la combinación de losagrado con lo profano.

Y pese a que hay transformación, se sigue bailando, no haycrisis de esta danza pues los creyentes de ella, la heredan porgeneraciones, incluso los grupos migrantes la difunden en otrospaíses.

Se ejecuta para pagar mandas, para encontrar el perdón y porfestividad, es la más difundida, querida y reconocida por nuestropueblo, pero sin duda, la más practicada.

Zacatecas, Zac.- Al ritmo del tambor y marcando el son con cada“pisada”, resaltan entre la multitud los penachos multicolores,y es ahí donde están los danzantes, bailando con fervor al piedel templo, como un ritual de fe y esperanza, ofrecido usualmente ala Virgen o al santo patrono de algún municipio con un profundosentido religioso; esa es la danza de los Matlachines, el rito másrepresentativo de Zacatecas.

La tradición, proviene de la cultura nómada, la historiacuenta que desde la época prehispánica, surgió la costumbre enque los pueblos bailaban en honor a sus dioses, se presume que lostlaxcaltecas cristianizados lo practicaban, aunque no se descartaque tal vez fue una mezcla de la cultura guachichil, pues sianalizamos la danza a detalle, es evidente que también es un actode guerra, que tiene que ver con indígenas, cazadores yrecolectores, por el uso del arco y la flecha, así como laejecución del tambor, que llama al combate.

https://cdn.oem.com.mx/elsoldezacatecas/2017/02/matlachines201702243.jpg

En su libro “Al son de nuestra piel, historias de lasmáscaras del estado de Zacatecas” de Martín LetechipíaAlvarado, el autor desglosa dos interesantes conceptos deMatlachín: El primero de ellos bajo la pluma de Juan J. Zaldívar,quien propone que la palabra proviene del vocablo Náhuatl“malacotzin” de malacochos, que significa girar o dar vueltascomo malacate, y la segunda teoría de la antropóloga Esser Brody,que dice que en Europa este término se deriva delárabe mutawajjihin, “el que adopta una máscara” refiriendo aun bufón –lo que conocemos como el viejo de la danza-.Bajo un contexto además festivo, sesabe que la actividad dancística, en la época antigua se bailabaen círculos concéntricos girando, en donde participaban losadultos mayores “los viejos”, siendo representacionesmultitudinarias. En la actualidad, y pese a lastransformaciones la danza de los Matlachines es un importanteritual que se efectúa en la entidad, en forma de petición oagradecimiento, con raíces indígenas, que sin duda son parte denuestra identidad cultural.

Además la práctica se ha extendido a otros lugares comoAguascalientes, Coahuila y Monterrey, convirtiéndose en una de losmás importantes de la república, con variantes en algunos sitioscomo en Puebla por ejemplo, donde se le conoce como danza de losMatachines.

El paso de la cruz

Es común acudir a un festejo religioso y ver a grupos dedanzantes exhibiendo su fe a través de este culto, en el cualpredomina el paso de la cruz, que consiste en que con el pie trazanuna cruz y la pisan varias veces.

Técnica que representa el desprecio que surge porque en laépoca antigua, había un resentimiento, durante muchos años seaceptó la religión católica pero detrás de los altarescatólicos estaban los ídolos, lo que provocó un sincretismocuando los españoles creían que el pueblo estaba totalmenteevangelizado. Con los años, lacoreografía se ha transformado, ahora observamos como loscreyentes forman dos filas encabezadas por los “capitanes”,quienes comienzan las pisadas fuertes de doble remate en cada pie yson seguidos por los demás participantes, bailando por horas y sindescanso. Los conjuntos pueden ser de diez, o másbailarines, incluso ya figura la inclusión de las mujeres y losinfantes, pues se ha convertido en una costumbre familiar que va degeneración en generación; tal es el caso de los Matlachines “DeBracho Zacatecas” dirigidos por su fundador Juan PérezLumbreras, quien fundó el grupo desde 2006 y que a su vez, heredala costumbre a sus nietos que van desde los tres años de edad.

https://youtu.be/eVj8q-n-6_o

El viejo de la danza

Una de las principales características de esta ceremonia, es laparticipación del famoso “viejo de la danza”, un personaje,que incluso a manera de comedia hace acto de presencia durante elbaile.

Es tradición observarlo portando una máscara con rasgosespañoles, representando a policías y guardianes, esto significaque de manera oculta, en la época colonial, se hacía burla alconquistador, aunque no se afrontaba, se ridiculizaba. Si bien es cierto, que hubo una imposición delculto a determinadas figuras, santos y vírgenes, también escierto que no fue un adoctrinamiento automático, pues los pueblosmesoamericanos en realidad tardaron en ser dominadosespiritualmente. Fray Toribio de Motolinía, decíaque en las danzas prehispánicas los tlaxcaltecas se reunían en laplaza donde eran guiados por viejos que bailaban, por eso elconocido termino “viejo de la danza”.

Variaciones en cada región

Claro está que el baile se conoce en los 58 municipios delestado, aunque no en todos se baila igual, pues las variaciones hantomado presencia; en el caso de Jerez, por ejemplo, los danzantesdel Barrio de San Pedro se comen al “viejo de la danza” y elmismo dice que representa a un español, de forma concéntrica ysimbólicamente le quitan su sangre y se lo llevan cargando.Con el paso del tiempo también sele ha agregado el elemento mestizo, lo interesante es que en cadaregión hay un acto que los diferencía; en Pinos se ofrece ladanza de Los Broncos, en Jerez también existe la de Los Carrizosque se ofrece el 25 de mayo, y la de La Pluma del Monarca en JuanAldama, en la zona de los cañones la conocida danza de LosTastuanes, todas con algo de la influenciaMatlachín. Aunque no se sabe con exactitud sobrecuántas danzas son en Zacatecas, según el testimonio de SusanaPalacios, titular de la Unidad de Culturas Populares, del InstitutoZacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, señalaque si en la entidad hay más de cinco mil comunidades,contemplando que sea una danza por cada una de ellas, se puededescifrar que existe mismo número de danzas.

https://cdn.oem.com.mx/elsoldezacatecas/2017/02/matlachines201702242.jpg

Vestuario simbólico

La indumentaria es fundamental para la ceremonia, se utiliza lanahuilla, hecha de carrizo y metal, con lentejuelas donde predominael color verde, blanco y rojo; los huaraches de tres piquetes concorreas y láminas (para que hagan más ruido); ataderas, huaje yflecha, y el penacho amplio de plumas en el que cuelga una trenzade cabello humano y que por el frente porta tiras de cuentas queocultan parte del rostro del danzante, una vestimenta colorida yartesanal que pesa alrededor de tres kilogramos.

Aunque la descripción es del traje tradicional, hay sitiosdonde varía, como en La luz Casa Blanca, ahí no usan penacho,usan paliacate y playera roja, los distingue las nahuillas pero sinadornos de lentejuelas, otro caso es el de Jerez lugar dondeutilizan chaparreras llenas de huesos.

La modernización del ritual

La danza de Matlachines es el vestigio más antiguo y evidentede nuestras tradiciones nómadas y chichimecas, una costumbremilenaria que se ha modernizado, existen dos críticas dentro de lacultura popular, según explica el investigador MartínLetechipía;  los tradicionalistas que dicen que si en lapráctica no se usa huarache ya no vale, y el otro grupo flexibleque menciona que lo que importa es la intención de bailar, sonparte de nuestro patrimonio.

https://youtu.be/iEW6fKE5vxA

Las danzas son tradición y cambio, las que hoy vemos, no sonlas originales, todo evoluciona, lo importante es el sentido decolectividad, simbolismo, pertenencia, y la combinación de losagrado con lo profano.

Y pese a que hay transformación, se sigue bailando, no haycrisis de esta danza pues los creyentes de ella, la heredan porgeneraciones, incluso los grupos migrantes la difunden en otrospaíses.

Se ejecuta para pagar mandas, para encontrar el perdón y porfestividad, es la más difundida, querida y reconocida por nuestropueblo, pero sin duda, la más practicada.

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