Reglas de la heráldica

Forma del escudo

El primer elemento en el que debe fijarse, es en la forma del escudo es en su forma exterior. Los escudos primitivos tenían forma triangular, que después cambió para adaptarse a la necesidad de incorporar nuevos elementos.

Campo y particiones

Se llama campo del escudo al espacio comprendido dentro de las líneas que limitan al escudo o a las líneas en que se divide un escudo, estas son las que se llaman particiones, y según las particiones que contenga es que puede ser simple o compuesto.

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Es simple cuando en todo el campo aparece un único esmalte, y es compuesto cuando está dividido en dos o más cuarteles.

Esmaltes

Se denominan ‘esmaltes’ a los colores que contenga un escudo, los esmaltes se dividen en colores y metales; son metales el oro y la plata, que pueden ser sustituidos por amarillo y blanco. Se reconocerán como colores, el Gules o rojo, Azur o azul, Sinople o verde, Púrpura o morado, y Sable o negro. Una regla fundamental es “no ponerse nunca en los escudos metal sobre metal ni color sobre color”.

Figuras

Se reconocen como figuras o piezas a todos los objetos que se colocan en el campo del escudo, y se identifican cuatro clases de figuras: heráldicas, o piezas propiamente dichas, como el jefe, el palo, la banda, la faja, la cruz, el aspa o sotuer, la bordura; naturales, como los animales, las plantas, los astros y meteoros, las figuras humanas; artificiales, como las coronas, castillos, torres, cadenas, herramientas y quiméricas, como dragones, grifos y sirenas.

Forma de blasonar

Para interpretar adecuadamente un escudo hay que tener en cuenta que se personifica, es decir que la derecha del escudo se corresponde con la izquierda del observador y viceversa, y que longitudinalmente el escudo se divide en jefe, centro y punta.

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Primero se describe el campo del escudo, es decir su es\u001fmalte; en los escudos divididos en más de cuatro cuarteles se blasonarán primero los que estén situados en la parte superior, dando prioridad a los que se hallen en la derecha.

Una vez blasonado el interior del escudo, se blasonan los timbres, con el siguiente orden: el yelmo, la corona que pueda hallarse sobre él, los lambrequines, las cimeras y banderas, las encomiendas y collares, los tenantes y soportes con los adornos que tuvieren, el manto con sus atributos y en último lugar las divisas y voces de guerra

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