Los conventos e iglesias esconden entre sus paredes cientos de historias... Preparamos para ti una playlist con una selección e episodios que disfrutarás de principio a fin. Escucha la playlist aquí.
La maldición del cura de Rosales
Corría el año de 1808 en el pueblo de Santa Cruz de Tapacolmes, en lo que hoy es el municipio de Rosales, Chihuahua; no obstante, lo que parecía una cuaresma tranquila se volvería una tragedia y una maldición que algunos aseguran sigue afectando hasta la actualidad a los habitantes de esta comunidad al norte de México.
La Generala de Teziutlán
En el año de 1627, un terrible pirata llamado Laurent Graff, mejor conocido como “Lorencillo”, se enteró que zarparía un barco de Veracruz con destino a España que transportaba un cargamento de oro.
Desde ese momento ideó un plan macabro que tenía como objetivo atacarlo y robar el metal precioso. Llegado el momento, Lorencillo echó a andar su idea: atacó al capitán y lo obligó a refugiarse en la zona de La Barra de Nautla, en el estado de Veracruz, y fue ahí donde se adentró al barco para asaltarlo, pero ¡oh sorpresa!, no encontró ni el más mínimo oro pues al darse cuenta de lo que sucedía, los tripulantes lograron enterrar el tesoro.
Ante el enojo por su rotundo fracaso, el pirata mandó a asesinar al capitán y a todos los demás tripulantes del barco, pero uno de ellos, de origen español, escapó como pudo y logró esconderse en la playa y ante la amenaza, la desesperación y el miedo que lo invadía, se encomendó a la Virgen del Carmen, prometiendo que si le concedía el milagro de salvarse, iría a España a traer su imagen para que fuera venerada en esas tierras.
El hombre consiguió lo pedido pues libró la muerte y se encargó de cumplir su promesa: edificó una pequeña ermita en Nautla donde colocó a la virgen en una primera parada para posteriormente llevarla al municipio de Teziutlán, que se ubica en el noreste del estado de Puebla, en la zona limítrofe con Veracruz.
Una Nochebuena distinta
Una pequeña llamada Camila, no tenía ningún tipo de ofrenda para llevar a la iglesia en Nochebuena, pero una sorpresa divina la ayudó. La estatua de un ángel le habló y le dio la solución que la niña buscaba, dando un regalo que adorna la Navidad en casi todo el mundo.
María Magdalena, la rana y el Papa
En el municipio minero de Vetagrande en el estado de Zacatecas, a inicios del siglo XIX, en la casa de un próspero minero que tenía una hija bellísima llamada María Magdalena, ocurrió que la joven parió un hijo bastardo, los padres de María Magdalena aceptaron al niño, que era bellísimo y fue tanto el cariño que la madre sintió envidia de él decidiendo arrojarlo a un tiro de mina…
Después se arrepintió de haberlo hecho y María Magdalena no encontraba consuelo por ningún lado, solo el Papa podría perdonarle su pecado, cuando viajó a Roma, una rana comenzó a seguirla hasta la misma catedral de San Pedro. El Papa con su sabiduría supo qué significaba aquello…