La desgarradora interpretación de Anne Hathaway como Fantine en Los Miserables de Tom Hooper le valió el Oscar a mejor actriz de reparto. Para meterse en la piel del personaje creado por Victor Hugo, una mujer pobre obligada a prostituirse en una Francia convulsa en vísperas de la Revolución, la intérprete admite que puso en riesgo su salud al perder once kilos.
"Perdí una insana cantidad de peso en dos semanas", dice Hathaway a Entertainment Weekly. "No sabía nada sobre nutrición. Desafíe a mi cuerpo, y mi cerebro se llevó la peor parte. En ese tiempo me sentía muy ansiosa y perdida", explica.
Puede que su intensa transformación corporal facilitara la creación de su personaje, pero le costó su salud física y mental. Sin embargo, la actriz es ahora consciente de que "ese peso perdido no fue bueno para mi salud a largo plazo, y me llevó mucho tiempo recuperarlo. Estuve realmente enferma por eso".
Cuando en la entrevista la actriz de El diablo viste de Prada habla sobre su papel en el musical adaptado a la gran pantalla, también relató como esta experiencia empañó la alegría de ganar el Oscar en 2013.
"Incluso la cosa más positiva puede crear trastornos emocionales. Así que tener ese momento [ganar el Oscar] y no saber quien era yo -además de sentir aquella sobre exposición- no fue muy confortable", afirma Hathaway, quien todavía se estaba recuperando de su intensa pérdida de peso cuando tuvo lugar la ceremonia.