Roselia Guerrero Muñoz es la única mujer zacatecana que se dedica a la escultura de manera profesional, y quien considera que hay demasiado potencial en las niñas para desarrollarse en esta técnica.
“Mi incursión en la escultura no fue realmente complicada, han sido sumamente solidarios con mi persona y mi trabajo, a pesar de que es un área de las artes donde prevalecen en su mayoría hombres”.
Apasionada por una de las disciplinas de las bellas artes: la escultura, en la que, a través de los años, ha podido expresar sus ideas desde figurativas hasta abstractas, plasmando así su lenguaje artístico.
Originaria de Villanueva, Zacatecas, Guerrero Muñoz, es la menor de 11 hermanos, quien tuvo su primer acercamiento al arte y su gusto por la escultura, gracias a la invitación del también escultor Iván Leaños, quien le hizo incursionar en este arte.
“Yo no tenía mucha facilidad ni conocía las técnicas de la escultura, pero me fui preparando para aprender cada vez más sobre esta área del arte, y a su vez ir perfeccionando mi técnica como creadora”, dijo.
De esta manera, la escultora ha ido descubriendo su propia identidad a través del proceso creativo que realiza, ya que para ella una figura, un rostro o una emoción, sirven como inspiración para que, a través de sus manos, surja una obra escultórica.
“Para mí es muy importante el poder incursionar tanto en lo figurativo, como en lo abstracto, ya que no me limito en una sola forma de expresión, pues es un intercambio de ideas que fluyen de un lado a otro, lo que me facilita mucho llegar a expresar un lenguaje propio”, aseguró.
Guerrero Muñoz sabe que en la actualidad existen en el país muchas escultoras muy talentosas que se han abierto camino en esta disciplina y ha sido ella quien ha seguido estos pasos en Zacatecas, por lo que le gustaría que más mujeres pudieran incursionar en su oficio.
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