La impunidad también afecta al arte sacro en Zacatecas

El INAH ha interpuesto ocho denuncias penales por daños a templos católicos y robos de arte sacro en el estado de Zacatecas

  · martes 7 de agosto de 2018

El caso más sonado de la última década fue el robo de la escultura en madera tallada conocida como “El divino preso”, sustraída el 22 de marzo del 2012 de la capilla de Bracho. Dos meses más tarde fue encontrada abandonada en el municipio de Ojocaliente. / Archivo

Zacatecas, Zac.- En la última década el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) interpuso ocho denuncias penales por daños a templos católicos y robos de arte sacro en el estado de Zacatecas.

Ninguna de las carpetas de investigación abiertas por hurtos y actos vandálicos que afectaron a los edificios religiosos, concluyó en la condena del o de los responsables, de acuerdo con la información que por escrito proporcionó la mencionada dependencia federal.

Esculturas, pinturas, crucifijos y hasta algunas alcancías de limosnas, son los objetos de valor histórico, artístico y económico que en su mayoría no han sido recuperados.

Miles de bienes desprotegidos

El “Catálogo de bienes muebles e inmuebles por destino en recintos religiosos del estado de Zacatecas” está conformado por cinco mil 799 bienes.

Según informó el delegado del INAH, Carlos Augusto Torres Pérez, el catálogo de bienes religiosos comenzó a elaborarse en el 2001 y actualmente está en proceso de complementación y actualización.

La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, en su artículo 20, señala que las asociaciones religiosas están obligadas a preservar en su integridad dichos bienes y a cuidar de su salvaguarda; mientras que el artículo 29 prohíbe cualquier tipo de actividad que atente en contra de la preservación de los mismos.

A pesar de la situación vulnerable en la que está este patrimonio histórico, no existe un protocolo especialmente diseñado para prevenir y perseguir los robos de arte sacro, patrimonio que, según la legislación vigente, no pertenece a las asociaciones religiosas, sino que “son bienes que componen el patrimonio cultural del país”.

Una de las pocas acciones destinadas a la prevención de robos y daños al interior de recintos religiosos, es la solicitud hecha por la Diócesis de Zacatecas para colocar ocho cámaras de seguridad en la Catedral Basílica.

El INAH concedió el permiso a la petición del 3 de marzo del 2017. Al respecto, Carlos Augusto Torre señala que instalar este tipo de elementos no afecta las características arquitectónicas de los monumentos históricos, siempre y cuando se atiendan las indicaciones del personal de las áreas técnicas del Instituto.

Robo de alcancías

La intención de instalar cámaras de vigilancia se dio a raíz del robo de limosnas ocurrido meses antes en el emblemático templo.

En la madrugada del martes 23 de agosto del 2016, desconocidos saquearon 11 de las 17 alcancías que contenían las limosnas del fin de semana previo. También fue forzada una de las puertas laterales del monumento histórico.

Aunque se desconoce el monto, en su momento el vicerrector de la catedral, Jesús Rivera Lara estimó que el botín fue de alrededor de cinco mil pesos.

Cuantiosos robos

El avalúo de las piezas de arte sacro robadas en la última década supera por mucho el monto de las limosnas robadas en catedral.

De acuerdo con información proporcionada por el INAH, un crucifijo policromado del siglo XIX, valuado en cerca de 200 mil pesos, fue sustraído el 9 de marzo del 2009 del templo del Perpetuo Socorro.

Se calcula un valor de 300 mil pesos a la pintura de San Antonio de Padua que fue robada el 6 de octubre del 2011, de la Capilla del Niño (en la capital zacatecana) la obra que data también del siglo XIX es de autor anónimo.

El caso más sonado de la última década fue el robo de la escultura en madera tallada conocida como “El divino preso”, sustraída el 22 de marzo del 2012 de la capilla de Bracho. Dos meses más tarde fue encontrada abandonada en el municipio de Ojocaliente. La imagen valuada por el INAH en 150 mil pesos, regresó a la capilla al año siguiente luego de ser restaurada.

También causó indignación en la sociedad el robo de la corona de la imagen mariana conocida como La Preladita, ocurrido el 14 de octubre del 2012. La pieza de plata dorada y 13 zafiros, estaba valuada en 70 mil pesos.

En enero del 2013 fue robada la varita de plata en forma de azucena, de la escultura de San Antonio de Padua que se encontraba en su capilla de la comunidad El Lobo, del municipio de Loreto.

Daño en bienes inmuebles

Las dos denuncias penales más recientes que ha presentado el Instituto ante instancias jurisdiccionales no fueron por robo sino por daños a dos edificios construidos durante la época colonial:

El 14 de junio del 2016, se presentó una denuncia por “daños con graffiti en ex templo de Santo Domingo”, mientras que el 23 de febrero del 2017 se interpuso otra por “daños en Catedral Basílica de Zacatecas”, aunque la relación entregada por el INAH no especifica la naturaleza de los mismos.

Anteriormente, en septiembre del 2010, la dependencia federal presentó una denuncia por daños en la puerta de madera entablerada de cedro, tallada y monocromada de la catedral. De acuerdo con el expediente, “no se ejerció acción penal por no existir imputado”.

Cabe señalar que también en el mes de febrero del año pasado, la dependencia federal denunció “daños en Mercado González Ortega y Acueducto del Cubo Zacatecas”

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