Natalia y Christian caminaron hacia el altar. Con una gran sonrisa, la novia arribó a la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, mientras que el novio ya se encontraba esperándola en el altar.
Christian esperaba a su amada en el altar, sin poder ocultar una sonrisa de felicidad. Natalia hizo su recorrido de la mano de su padre Francisco Robles, quien la entregó a su nuevo compañero de vida.
Durante la ceremonia religiosa, los novios estuvieron felices y no pararon de sonreír. Unieron sus vidas ante Dios y sus seres queridos; convirtiéndose en un solo ser al momento que les fue colocado el lazo.
Finalmente, los enamorados sellaron su amor con un tierno beso frente a los presentes. Iniciando así su camino como marido y mujer.