Floral y luminosa, la mujer Chanel, en chanclas, rebosa de alegría de vivir en el desfile de este martes en la Semana de la Moda de París.
Trajes de baño y batas, trajes flexibles, juego de asimetrías y transparencias: los colores del sur iluminan esta colección de prêt-à-porter presentada en una reproducción de la villa Noailles.
Esta antigua mansión en la Costa Azul, donde pasaron todos los grandes nombres de las vanguardias literarias y artísticas europeas, celebra este año su centenario.
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"Esta colección prêt-à-porter es un homenaje a la libertad y al movimiento", explica la directora artística de Chanel, Virginie Viard, en las notas del desfile.
La elegancia es despreocupada con la profusión de patrones geométricos, cuadros y rayas en colores solares.
Los zapatos son planos, chanclas negras o bailarinas. Sin embargo, los vestidos de noche negros se llevan con botas azul cielo, otro guiño a la Provenza.
"De la sofisticación y la relajación, el tweed que atraviesa toda la colección, la ropa deportiva y el encaje: busqué unir lo opuesto en torno a un espíritu lo más relajado posible", destaca Virginie Viard.
Diseñada en 1923 por Robert Mallet-Stevens para los mecenas Charles y Marie-Laure de Noailles, la villa es una joya del modernismo y fue uno de los centros de arte más influyentes de la época.
Giacometti realizó en la villa su primera escultura y Man Ray filmó su cortometraje 'Les Mystères du Château de Dé'.
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La Villa Noailles ha acogido durante casi 40 años el Festival Internacional de Moda de Hyères, trampolín para la joven creación que ha impulsado las carreras de varios diseñadores destacados, como Anthony Vaccarello de Saint-Laurent.
En el último día de desfiles en París, la marca francesa Avellano dio una imagen totalmente diferente, con una nueva colección basada de forma exclusiva en el látex.
Esa materia, que el diseñador Arthur Avellano se apropió desde sus inicios en 2020 para marcar diferencias, da un look futurista a sus clientas, entre las que se cuentan Kim Kardashian.
Estampado mediante técnicas de 3D o simplemente ceñido al cuerpo, este material le da una línea vertical a la modelo, especialmente cuando se trata de chaquetas, que "caen" de forma limpia, sin ninguna arruga.
Pero Avellano sabe jugar con el material de manera casi inagotable: con colores como el amarillo, la plata o el oro. Con diferentes grosores, para marcar otros tantos volúmenes, con colas extralargas y gruesas o bandas extrafinas y casi traslúcidas a la altura del pecho.
Apenas los zapatos, de tacones, o las zapatillas con lentejuelas ofrecen una alternativa a ese look Matrix.
