Los esposos John William y Evelyn Casanova llevaron hasta el altar de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima a su primogénito John William; junto a los padres del bautizado estuvieron José Casanova e Isela Diosdado, quienes fungieron como padrinos del simpático John William.
En la pila bautismal, papás y padrinos aceptaron la responsabilidad de llevar por el buen camino al pequeño John William; asimismo, el sacerdote que realizó el rito bautismal derramó sobre la pequeña cabeza del bautizado agua bendita, absolviéndolo de esta forma del pecado original.
Momentos antes de finalizar con la misa de acción de gracias, el infante fue ungido con los aceites y sus padres acompañados de los padrinos encendieron la vela con la cual su luz comenzó a iluminar la vida de John.