Zacatecas, Zac.- Creatividad, diseño, tecnología y chocolate, son los componentes ideales para hacer un producto poco usual, pero que desde hace algún tiempo se ha ido consolidando en el gusto e interés de la gente; la moda de imprimir sobre alimentos se difunde, y más cuando te das cuenta que comerse un chocolate con tu fotografía, de tu pareja y hasta de tu mascota es posible.
Se trata de una técnica que ha revolucionado nuestra generación, bajo un proceso un tanto tecnológico y otro totalmente manual y artesanal, que se fusionan para lograr las impresiones sobre algunos productos que pueden comerse, y que ahora se pueden apreciar y disfrutar en Zacatecas.
Para Adriana Acuña Pozada, creativa local, todo comenzó como un sueño, pues tras profesionalizarse en diseño gráfico y tener la necesidad de hacer posible una empresa que brindará un servicio único y nada ordinario, creó junto a su familia una propuesta que transforma lo inimaginable en algo totalmente comestible.
Producción de chocolates
Desde enero del año 2015, la familia Acuña Pozada comenzó con una empresa que ha trascendido por el talento, imaginación y creatividad que le sellan a cada uno de sus chocolates.
Su idea nació luego de que supieran que ya existía la técnica en otros lugares del país, pero que en la ciudad de cantera y plata, aún era desconocida, por lo que decidieron explotar más esta labor con la intención de fabricar chocolates que tuvieran algo especial, las imágenes de preferencia del consumidor. Cabe destacar que sus productos se han exportado a Estados Unidos y Costa Rica.
El proceso
Adriana Acuña explicó en entrevista el proceso que se realiza en cada una de sus creaciones; se trabaja sobre una computadora y programas digitales de diseño, en donde se echa a andar la imaginación y se crean ilustraciones personalizadas o escaneos de las fotos a estampar sobre el chocolate.
Es necesario saber la medida del molde para hacer una plantilla a la que se integrarán las imágenes, incluso se pueden usar fotos muy antiguas que pasan por un proceso de edición para mejor visibilidad.
El llamado choco transfer, graba como una impresora común, pero con tinta comestible a base de alcohol, sobre una plantilla que está fabricada a base de huevo y azúcar.
Después de obtener el retrato, se pone como molde para el vaciado de chocolate –este puede ser amargo, blanco o artesanal- para después del secado obtener el producto. Pese a que también se usan ingredientes comerciales, la mitad del proceso es manual, teniendo como resultado algo novedoso y divertido.
Creatividad impresa
Sus productos también han sido parte de exposiciones y ferias, son tan sólo un ejemplo del esfuerzo de los jóvenes emprendedores zacatecanos que continúan aportando a nuevas prácticas aprovechando los avances tecnológicos, pero sin dejar a un lado las técnicas ancestrales.
Ahora la familia Pozada, no sólo hace chocolates básicos o tradicionales, sino que los transforma en rompecabezas, ajedrez, dominós o toda clase de ocurrencias que pida el cliente.
“Mucha gente no se los come porque les da tristeza comérselos, les parecen bonitos, extraordinarios y prefieren guardarlos para el recuerdo” compartió Adriana, según los testimonios de sus clientes.
Fotos sobre café
Luego de experimentar y explorar en esta labor, ahora pretende ofrecer una nueva opción, impresiones sobre café. Pues también traerá al estado la técnica de grabar los rostros teniendo como referencia alguna fotografía, pero sobre la espuma de esta bebida.
Y aunque es parte de sus próximos proyectos, pretende continuar difundiendo artículos personalizados que son una gran fantasía y maravilla, pero que ahora son posibles usando los avances de la tecnología y el talento.