Para recibir su primer sacramento, la niña Victoria del Río fue llevada al altar de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima por sus padres Nancy y Alejandro; a su lado estuvieron presentes Francisco Javier y Fátima del Rocío, quienes fungieron como padrinos de la pequeña Victoria.
Durante la homilía, papás y padrinos se mostraron muy contentos de poder presentar ante la comunidad católica a la hermosa Victoria. Ya frente al altar, la hermosa festejada fue acercada a la pila bautismal, lugar donde fue absuelta del pecado original al ser derramada sobre su pequeña cabeza agua bendita.
Al finalizar con la ceremonia religiosa, papás, padrinos y demás invitados recibieron una bendición especial por parte del sacerdote que ofició, pues fue un momento muy importante en sus vidas.