Zacatecas, Zac.- Las mamás influyen en la vida de los hijos de diferentes maneras, pero siempre queriendo el bien y el bienestar de todos sus seres queridos. A pesar que no es una tarea fácil, ser mamá, mujer y esposa se complementan para hacer funcionar y ser el pilar de las familias, es así que Aurora López Domínguez, es una reconocida zacatecana por servir a la sociedad en el área vial, y nos relató en entrevista su experiencia como una gran madre, que ahora es apoyada por sus hijos.
Madre y mujer en tiempos revolucionarios
A través de los años el papel de la mujer ha cambiado respecto a las necesidades de los nuevos modelos de familia, para la señora Aurora López Domínguez no fue tan diferente a otras mujeres zacatecanas, madres que se identifican con diversas historias en las cuales el papel de mujer y de madre era siempre en casa, atendiendo a la familia.
Con los significativos cambios, la familia tenía que responsabilizarse de diferentes aspectos, pero uno de los más importantes fue el de la madre que tuvo que criar y trabajar para ayudar al sustento de la casa.
Aunque no fue sencillo, Aurora López, quien en inicios de su vida profesional fuera maestra, se dividió entre ser madre, ama de casa y responsable de estar frente a unos grupos de niños, niños y jóvenes que se encontraban aprendiendo y forjando su futuro. Al ser madre de siete hijos, contó con el apoyo incondicional de su madre, quien le ayudó en la titánica tarea de atender por momentos a sus nietos, Aurora Leticia, Rosalinda, José Manuel, Blanca Araceli, Lilia Roxana, Jaime Benito y Angélica María.
Inspiración en casa y en la sociedad
El ser madre no se aprende, sino que es un sentimiento que se va adquiriendo al tener a los hijos, es uno de los incentivos que tiene la mujer para motivarse y realizar proyectos de vida y de familia; pues además de ser una bendición es también una gran responsabilidad que se comparte con un compañero de vida.
El inicio de la inspiración para sus hijos de parte de Aurora fue cuando la enviaron a Ciudad de México para realizar unos cursos e incursionar en Zacatecas como promotora de Educación vial, aunque es necesario hacer énfasis en que al estar en esta posición, Aurora y su familia sufrieron agresiones y discriminación al ser un rol que se creía sólo apto para hombres.
Sin embargo, la fortaleza y perseverancia de Aurora López Domínguez por salir adelante fue más fuerte que todos los comentarios negativos, siendo así que una de sus hijas, la más pequeña Angélica, continuó con un legado que dejó su madre y sin dudar fue también inspiración para más zacatecanas que en este y otros tiempos desempeñan la labor de policía vial en la entidad.
Finalizando la entrevista con este diario, una gran mamá como lo es Aurora, les dice a las lectoras que ser mamá no es fácil, no existe aún una escuela en la cual aprender, es una profesión muy difícil pero bastante hermosa y satisfactoria, ya que te permite fomentar valores, sentimientos positivos a sus hijos para que se desarrollen como buenos ciudadanos dentro de su entorno inmediato. Lo que enseñamos en casa es lo que proyectan y hacen en la sociedad.