Dos estudiantes de la UNAM agredidos por grupos porriles este lunes en Rectoría se encuentran graves en el Centro Médico Siglo XXI, uno está en terapia intensiva y el otro podría perder un riñón.
Margarita García Severino dio a conocer que a su hijo Joel Meza García, estudiante de la Filosofía y Letras, le fue colocado un “empaque” en el riñón para detener la hemorragia con la que llegó al hospital tras haber sido herido con un arma punzocortante.
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En entrevista con Carmen Aristegui, explicó que esperan su evolución en las próximas horas, pero el joven está grave y los doctores le informaron que existe la posibilidad de que pierda el riñón.
Dijo que su hijo estaba entre los jóvenes que escuchaban los discursos en el mitin cuando llegaron los porros a golpearlos.
Asimismo, pide que haya verdadera seguridad en la máxima casa de estudios y coincidió con varios de los testimonios que señalan que elementos de seguridad de la UNAM no intervinieron en los hechos.
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Igual situación vive Marisol Sánchez, madre de Emilio Aguilar Sánchez, estudiante de 19 años de la Prepa 6 que está en terapia intensiva, luego que fue herido en un glúteo también con un arma punzocortante.
Este martes al mediodía, estudiantes se manifestarán frente a la Dirección General de Colegios de Ciencias Humanidades (CCH) en Ciudad Universitaria por la desaparición de grupos porriles en la máxima casa de estudios.
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Simultáneamente, en nueve facultades, prepas y planteles de CCH anunciaron un paro de 48 horas y celebrarán al mediodía asambleas interuniversitarias.
Este lunes, en la plaza de la Rectoría de la UNAM, decenas de porros atacaron a alumnos del Colegio de Ciencias Humanidades Azcapotzalco y de las preparatorias 5 ,6 y 8 cuando celebraban un mitin para exigir educación pública y gratuita, luego que este semestre les impusieron una cuota de 100 pesos por inscripción y quieren echar abajo esta decisión.
En Rectoría se encontraba Nahomy junto a su novio Joel Sebastián, ambos estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, cuando quedaron paralizados al ver que llegaba un grupo de hombres acompañados de palos, armas blancas, bombas molotov y petardos; Nahomy no podía correr aunque Joel le pedía que lo hicieran; la tuvo que jalar para que corrieran juntos pero ya habían sido alcanzados y los iniciaron a golpear. Recibieron patadas y palazos de este grupo.
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Los jóvenes denunciaron que los elementos de seguridad de la UNAM sólo se quedaron observando y respondieron que "son de vigilancia y no de seguridad", sin obstruir la violencia. Acusaron a Teofilo Licona, coordinador de Auxilio de la UNAM, de ayudar al grupo de choque.
