/ lunes 28 de octubre de 2024

Vender petróleo. Hoy, no es opción

Mi insistente tesis: los retos del estado mexicano al arranque del mandato de la Presidenta Claudia Sheinbaum son muchos, algunos son graves; la inseguridad, la violencia, la migración, la pobreza, la falta de infraestructura, la educación, el sistema de salud, la deuda, la justicia, la corrupción, la impunidad, la democracia misma. He dicho también que la solución --una a la vez-, pasa por la suma muchas voluntades y de la toma de decisiones de orden político, jurídico, social y económico.

También dije que uno, quizá el más grave de los problemas, es la falta de recursos en la caja. Demostré que el cobro de impuestos en México, por lo decrépito e inequitativo de su sistema tributario, es inútil; sostuve que aumentar la deuda pública es, a largo plazo, perjudicial. ¿Qué nos queda? ¿Vender petróleo?, veamos.

Hace 20 años, en 2004, durante el mandato de Vicente Fox, la venta de petróleo crudo representaba casi la mitad de los ingresos públicos; el país ingresaba 497 mil millones de pesos por este concepto, al tiempo que recaudaba de impuesto sobre la renta (el más potente de los impuestos) 346 mil millones de pesos y de IVA obtenía 272 mil millones. Los ingresos públicos estaban sostenidos por la venta de petróleo de manera preponderante.

Que profética la obra de Ramón López Velarde cuando inspiró la Suave Patria … “el niño dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo”; efectivamente, haber petrolizado la economía nunca fue buena idea, por tres razones: el volumen (el petróleo es un bien NO renovable. Se acaba); el precio (que no depende de ningún funcionario mexicano por muy experto que se sienta); y, el costo (es México el país al que le cuesta más caro producir petróleo). Analizo cada elemento.

Volumen. El petróleo mexicano se está agotando. Hace 20 años México producía 3.3 millones de barriles por día, hoy apenas rasguñamos los 1.7 millones de barriles, sí, la mitad.

Precio. El precio de la mezcla mexicana de petróleo crudo no puede predecirlo nadie, su valor depende de una mezcla complejísima de elementos geopolíticos; impulso de la demanda internacional asociada al crecimiento de la economía global; invención de energías alternativas; conflictos bélicos en medio oriente; desarrollo de la guerra Rusia-Ucrania; fenómenos naturales, y un larguísimo etcétera. Es tan volátil el mercado petrolero que el 31 de julio del 2008 la mezcla mexicana se cotizó en 115.70 dólares por barril y el 27 de abril del 2020 tan sólo 6.55.

Finalmente, el Costo. PEMEX, empresa “orgullo” del nacionalismo mexicano, se ha convertido en la más ineficaz de todas quienes ofertan petróleo crudo en el mundo. Con cifras del 2020 hay países productores que enfrentaron un costo de 11 a 13 dólares por barril producido, PEMEX estaba 42 por ciento por encima de ese costo producto de su tecnología obsoleta y de las corruptelas que le han dado fama.

En resumen: 1. México produce la mitad de barrilles de petróleo crudo que hace 20 años. Se está acabando. 2. El precio es cada vez menos “controlable” y, 3. El costo de producirlo es muy caro, a veces, por encima de su precio de venta.

En números absolutos el estado mexicano cada vez obtiene menos ingresos producto de sus recursos petroleros, la ley de ingresos de la federación 2023 estimó 826 mil millones de pesos, la de 2024 sólo 769 mil millones. Reconocimiento obvio, cada vez tiene México menos petróleo. En números relativos está peor, hace 20 años los ingresos por venta de petróleo fueron el 80 por ciento de los ingresos tributarios, en 2024 son el 18 por ciento. Más claro, ni el agua. No, tampoco es por ahí.

Mi insistente tesis: los retos del estado mexicano al arranque del mandato de la Presidenta Claudia Sheinbaum son muchos, algunos son graves; la inseguridad, la violencia, la migración, la pobreza, la falta de infraestructura, la educación, el sistema de salud, la deuda, la justicia, la corrupción, la impunidad, la democracia misma. He dicho también que la solución --una a la vez-, pasa por la suma muchas voluntades y de la toma de decisiones de orden político, jurídico, social y económico.

También dije que uno, quizá el más grave de los problemas, es la falta de recursos en la caja. Demostré que el cobro de impuestos en México, por lo decrépito e inequitativo de su sistema tributario, es inútil; sostuve que aumentar la deuda pública es, a largo plazo, perjudicial. ¿Qué nos queda? ¿Vender petróleo?, veamos.

Hace 20 años, en 2004, durante el mandato de Vicente Fox, la venta de petróleo crudo representaba casi la mitad de los ingresos públicos; el país ingresaba 497 mil millones de pesos por este concepto, al tiempo que recaudaba de impuesto sobre la renta (el más potente de los impuestos) 346 mil millones de pesos y de IVA obtenía 272 mil millones. Los ingresos públicos estaban sostenidos por la venta de petróleo de manera preponderante.

Que profética la obra de Ramón López Velarde cuando inspiró la Suave Patria … “el niño dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo”; efectivamente, haber petrolizado la economía nunca fue buena idea, por tres razones: el volumen (el petróleo es un bien NO renovable. Se acaba); el precio (que no depende de ningún funcionario mexicano por muy experto que se sienta); y, el costo (es México el país al que le cuesta más caro producir petróleo). Analizo cada elemento.

Volumen. El petróleo mexicano se está agotando. Hace 20 años México producía 3.3 millones de barriles por día, hoy apenas rasguñamos los 1.7 millones de barriles, sí, la mitad.

Precio. El precio de la mezcla mexicana de petróleo crudo no puede predecirlo nadie, su valor depende de una mezcla complejísima de elementos geopolíticos; impulso de la demanda internacional asociada al crecimiento de la economía global; invención de energías alternativas; conflictos bélicos en medio oriente; desarrollo de la guerra Rusia-Ucrania; fenómenos naturales, y un larguísimo etcétera. Es tan volátil el mercado petrolero que el 31 de julio del 2008 la mezcla mexicana se cotizó en 115.70 dólares por barril y el 27 de abril del 2020 tan sólo 6.55.

Finalmente, el Costo. PEMEX, empresa “orgullo” del nacionalismo mexicano, se ha convertido en la más ineficaz de todas quienes ofertan petróleo crudo en el mundo. Con cifras del 2020 hay países productores que enfrentaron un costo de 11 a 13 dólares por barril producido, PEMEX estaba 42 por ciento por encima de ese costo producto de su tecnología obsoleta y de las corruptelas que le han dado fama.

En resumen: 1. México produce la mitad de barrilles de petróleo crudo que hace 20 años. Se está acabando. 2. El precio es cada vez menos “controlable” y, 3. El costo de producirlo es muy caro, a veces, por encima de su precio de venta.

En números absolutos el estado mexicano cada vez obtiene menos ingresos producto de sus recursos petroleros, la ley de ingresos de la federación 2023 estimó 826 mil millones de pesos, la de 2024 sólo 769 mil millones. Reconocimiento obvio, cada vez tiene México menos petróleo. En números relativos está peor, hace 20 años los ingresos por venta de petróleo fueron el 80 por ciento de los ingresos tributarios, en 2024 son el 18 por ciento. Más claro, ni el agua. No, tampoco es por ahí.