Esta semana tuve el honor de ser nombrada como titular de la Secretaría de Desarrollo Social del estado.
Es un honor, porque conozco y reconozco que es un área de trabajo trascendental para todo gobierno, vínculo para mejorar y transformar las vidas de muchas familias.
La labor de una dependencia de desarrollo social es fundamental para el bienestar de la sociedad; se posiciona como ese puente humanitario, entre el gobierno y la ciudadanía, para ofrecer soluciones a problemáticas que afectan de manera directa a las y los zacatecanos, priorizando también, los sectores con mayor vulnerabilidad.
Por ello, como Secretaria de Desarrollo Social del estado, tengo un gran compromiso con las y los zacatecanos.
Desde este espacio y con el liderazgo de nuestro Gobernador, David Monreal Ávila, nos hemos fijado metas claras para fortalecer la política social en el estado; priorizando el bienestar de las familias zacatecanas, el desarrollo comunitario y la reducción de la desigualdad.
Para ello, nuestra principal herramienta será la cercanía con la gente; identificar de manera precisa las necesidades, focalizando acciones para dignificar sus condiciones y bienestar.
Nuestra misión es transformar realidades, garantizar que cada zacatecano pueda acceder a mejores oportunidades y calidad de vida.
Es un reto, sí; pero no desconocido. En el ámbito profesional, tuve la oportunidad en el año 2015 de ser Directora General de la Dirección de Desarrollo Social de la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México; cargo que me permitió desarrollar políticas públicas y dirigir diversos programas sociales, de inclusión, capacitación y, asistencia directa; para favorecer el bienestar integral de miles de familias, otorgándoles esperanza.
Vamos a trabajar bajo el principio de la justicia social, promoviendo la equidad y buscando que cada individuo, sin importar su origen o condición; tengan la oportunidad de superar barreras estructurales que perpetúan su vulnerabilidad.
En nuestra labor estará garantizar que los derechos fundamentales de las personas, en especial las
más desprotegidas, sean respetados y promovidos; disminuyendo brechas de desigualdad de manera efectiva, por la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
Soy una mujer apasionada por su trabajo, agradecida de la oportunidad y comprometida con la política social, que permita colocar a la ciudadanía en el centro de las acciones, con empatía y compromiso para asegurar que nadie quede atrás.
Estoy segura que, desde esta trinchera, lograremos hacer grandes cosas por Zacatecas.
