/ jueves 3 de octubre de 2024

Scheinbaum

Nuestra Presidenta Claudia Scheinbaum Pardo (1962, Ciudad de México), es Licenciada en Física y Doctora en Ingeniería Energética por la UNAM, tiene estancia como investigadora en Estados Unidos y pertenece al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores. Primera mujer titular del Poder Ejecutivo Federal, si sumamos desde la época de la colonia y la vida independiente de nuestro país son más de 500 años donde sólo gobernaron hombres, por ende, tiene lugar asegurado en la historia patria.

Su ideología bien puede ubicarse en la socialdemocracia (no confundir con socialismo), que de acuerdo con Francisco Coll Morales (2020) dicha ideología entre sus propósitos tiene “… en el marco de la economía capitalista promover la intervención directa del Estado-Nación en la dinámica económica mediante la redistribución del presupuesto de una forma más social garantizando el bienestar de la población…”.

En el pasado proceso electoral 2024 sufragaron por ella 6 de cada 10 votantes, mas la popularidad y aceptación de su predecesor Andrés Manuel López Obrador propician condiciones políticas y gubernamentales para ser considerada una mujer con muy alto grado de poder nacional.

Ahora se hace política de más ataques y con mentiras, descalificando al oponente e incluso hasta denigrar su personalidad. La clase política mexicana ya no tiene como prioridad lealtad a sus principios ni respectivos partidos. Agreguemos que la oposición tiene como principal estrategia desprestigiar lo más posible a gobernantes en turno para luego influir en el ánimo electoral.

En este escenario la Presidenta deberá realizar política de acuerdos de alta eficiencia en negociaciones con élites de poder y grupos de presión o choque, pues éstos golpetean políticamente para después negociar, por tanto ella deberá construir un andamiaje gubernamental para transitar de manera menos problemática con quienes le pretenden imponer condiciones para beneficio personal o grupal. Situación que debe combinar con lograr sus propósitos presidenciales enunciados en sus “100 acciones de gobierno”, así como el conjunto de reformas legales y normativas que proponga.

Desde la visión socialdemócrata resulta interesante y deseable que México tenga mayor desarrollo humano sustentable, implícito lo social y económico, conjuntando a los sectores público y privado para mayor rentabilidad empresarial y gubernamental orientado al bienestar social y económico de los mexicanos.

Similarmente resulta interesante su política de humanismo mexicano referente a que la mujer obtenga equidad de género y real igualdad en derechos, que paulatinamente logre más cargos importantes con toma decisiones de alto impacto en empresas y gobierno. Hay mayor esperanza de cabal empoderamiento femenino.

Un análisis de la personalidad de nuestra Presidenta, se infiere que es mujer de carácter fuerte, inteligente, es científica y muestra factores de tipo dominante, aunados a lo ya escrito de que llega con alto grado de poder político-gubernamental, por ende, sus adversarios (que ya la están golpeteando mediáticamente) tendrán que pensar en su naturaleza y magnitud de política de confrontación.