El problema de robo de medicamentos en nuestro país alcanza niveles preocupantes, y no solo por las perdidas millonarias que esto representa sino por la creciente automedicación con medicamentos como son antibióticos y sobre todo fármacos controlados, vendidos obviamente sin receta, lo que genera graves problemas de salud, incluso adicciones medicamentosas en todas las edades.
El robo de medicamentos se da principalmente en instituciones de salud pública, en las cuales de manera recurrente se da el “robo hormiga” agregado a ello el robo en gran escala donde participan proveedores y servidores públicos corruptos. La corrupción en este tema ha alcanzado grandes dimensiones y las pérdidas son multimillonarias.
El robo hormiga se da en todas las instituciones del sector salud, y es realizada por los propios trabajadores de todas las ramas que tienen acceso a estos medicamentos, llegando incluso a la falsificación de recetas médicas para este fin. Otra modalidad es mediante la entrega de medicamentos a organizaciones civiles “fantasmas” las cuales pocas veces son verificadas.
La facilidad para sustraer medicamento se da por el alto índice de inseguridad y poco control en los almacenes, no hay restricción de entrada y existe nula vigilancia, y en el caso del robo de medicamentos de alto costo, estos se dan por la falta de control en las salidas y dispensación de los mismos y no hay un seguimiento exacto hasta el destino final.
Las pérdidas en dinero anualmente por el robo de medicamentos y mercado negro representan cerca de 650 a mil 500 millones de dólares al año, es decir, entre 13 mil millones y 30 mil millones de pesos anuales.
En nuestro país el mercado de medicinas y fármacos está valuado en 185 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (UNEFARM). El robo en el sector público trae consigo desabasto y escasez de medicamentos del cuadro básico, lo cual es grave para este sector y por supuesto para el usuario de este servicio.
El mercado negro de medicamentos se da más frecuentemente en los siguientes estados: Jalisco, Michoacán, Puebla, Nuevo León y la Ciudad de México, en esta ultima en la zona de Tepito existen muchos locales, incluso bodegas con cantidades grandes de medicamento listo para ser vendido.
Los medicamentos más vendidos en el mercado negro, son los utilizados para la diabetes, la disfunción eréctil, medicina controlada para VIH y cáncer y por supuesto los antibióticos, todos estos medicamentos se venden a casi un 10% de su precio real, y en ocasiones mucho menos, y a pesar de que los empaques de los medicamentos traen la leyenda “propiedad del sector salud prohibida su venta” no evita su venta con total impunidad. Para reflexionar