Los medios especializados en finanzas del país y algunos del extranjero, publican diariamente la situación que en números se encuentra México. Destacan en sus espacios de análisis el estatus que recibirá en esta materia, la próxima presidenta Claudia Sheinbaum. La sucesión en esta materia no será sencilla. Hay voces que la manejan como “positiva” que será sin exabruptos. ¿Será?
Veamos. El presidente López Obrador dejará menos recursos a su sucesora. Se gastaron más del 84 por ciento de los recursos de fideicomisos para mantener la estabilidad financiera en el país. Dejará los principales fideicomisos, entre ellos el Fondo de Salud para el Bienestar, con 45 por ciento, es decir, menos dinero.
Existe un dicho “las comparaciones son odiosas”, pero en este tema representan datos e información para estadísticas. Lo anterior significa que la actual administración entregará menos dinero a la próxima presidenta, en comparación con los montos que López recibió del gobierno de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con datos oficiales.
Recordemos que el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), fue creado para evitar afectaciones en la cobertura del presupuesto para mantener servicios y programas públicos ante cualquier eventualidad en las finanzas. Como ejemplo tenemos a la producción petrolera, que en el año del 2018, contó con 316 mil millones de pesos, pero para 2024 sólo cuenta con 49 mil millones de pesos, una disminución de 84 por ciento, de acuerdo con cálculos de México Evalúa. Poco se habla de este tema en los cafés políticos.
En la actual administración federal se presentaron recortes importantes en diferentes áreas, como la salud, la educación y la seguridad pública civil, mientras que se han incrementado los recursos para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina y la Guardia Nacional.
Otro aspecto que poco se aborda en las charlas de restaurantes y cafeterías, es la deuda pública que deja el gobierno de la república a la próxima administración. El sexenio que está por terminar dejará el aumento de deuda más alto en la historia en números absolutos, con 6.6 billones de pesos. Las finanzas públicas no están en “su mejor momento” para el cambio gubernamental según las calificadoras, advierten analistas.
Ante los recortes registrados en varios sectores, de acuerdo a la evaluación y monitoreo que realiza la organización México Evalúa, destaca que no se ha conseguido limitar el endeudamiento público, ya que al cierre de 2023 la deuda ascendió a 1.36 billones de pesos que equivale al 4.3 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que equivale al doble de lo que se observó al final del sexenio pasado que se presentó en 2.2 por ciento del PIB.
En otro orden, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) identificó irregularidades por 32 mil 894 millones de pesos en el gasto federalizado del tercer y último informe de la Cuenta Pública de 2022. Faltan datos del 2023 que se sumarán a la administración de Sheinbaum Pardo.
Existen otros rubros financieros, pero falta espacio. Los analistas manifiestan que la próxima administración puede enfrentar una crisis en este tema, pero todo depende la forma de afrontarla por el equipo que viene.