La cifra es interesante. Durante el primer trimestre del presente año, nuestro país registró más de 230 millones de operaciones a través del comercio electrónico, lo que se traduce 180 mil 230 millones pesos. México se mantiene dentro de las diez naciones con mayor crecimiento en el ecommerce mundial, de acuerdo con información de la consultora eMarketer, estimulado por el incremento de las aplicaciones móviles, los marketplaces y la participación más activa de las redes sociales.
Para realizar comercio electrónico es necesario utilizar las tarjetas tanto de crédito como de débito. Mediante tarjeta de crédito se realizaron 237 millones de operaciones de las cuales el 29.4 por ciento correspondieron a comercio electrónico, prácticamente una tercera parte.
De acuerdo a un análisis sobre este tema realizado por la Condusef, permanece la preferencia por usar la tarjeta de débito, ya que de los 230 millones de operaciones esta tarjeta representó el 70 por ciento (160 millones de operaciones) por un importe de 87 mil 901 millones de pesos; mientras que con la tarjeta de crédito el número de operaciones fue por 70 millones con un monto de 92 mil 329 millones de pesos.
Evitemos riesgos. Antes de comprar, acércate a la institución emisora de la tarjeta y solicita activar las alertas en tu teléfono cuando se efectúa un movimiento, de esta forma podrás estar enterado de las compras que se realizan prácticamente de forma inmediata y en caso de cargos que no reconozcas pedir el bloqueo de tu tarjeta.
Muy importante es tener información sobre los tipos de fraude para que puedas identificarlos en caso de que en alguna página web quieran hacerte víctima. Evita el acceso a ofertas que lleguen vía correo electrónico, ya que pueden llevar a lugares no seguros. En su lugar, entra directamente a la página del comercio. Instala un antivirus en tu equipo de cómputo o teléfono inteligente y mantenlo actualizado.
Al realizar la compra, comprueba la presencia de un pequeño candado cerrado en la ventana del navegador antes de introducir los datos de tu tarjeta. Guarda o imprime los comprobantes de pago, así como la confirmación de la compra, ya que los necesitarás en caso de una reclamación o devolución. Cuida tu presupuesto y analiza y compara lo que realmente es necesario comprar.