/ lunes 13 de mayo de 2024

La grilla eterna

Estamos pasando por uno de los peores momentos de nuestra historia como receptores de mensajes masivos, cual vertederos de estiércol informativo: toneladas y toneladas de basura inmunda inundan todos nuestros sentidos, que si ya ahora si tendremos un mundo mejor, hospitales como los de no sé dónde carajos que ni siquiera sé dónde se ubica ese mencionado país de fríos eternos, que ahora si no tendremos casi que trabajar para vivir de gorra y retirarnos con una pensión como de gringo millonario y que la pobreza, la violencia, la escasez, el hambre, el analfabetismo funcional, los apagones y todos los males presentes y pasados, son sólo pesadillas que existen en las mentes perversas y malintencionadas de los contrarios, etcétera.

Siempre he dicho que cuando se quiere conocer el carácter y la cultura de un país, hay que echar una vista a dos o tres periódicos de circulación nacional o local o bien poner atención a los noticieros de cualquier medio o plataforma y analizar los temas que allí se tratan. Por ejemplo, si usted va a Alemania y consulta las noticias seguramente se publicitará que se abrió una nueva fábrica de automóviles, que se están diseñando los nuevos prototipos de autos eléctricos y de hidrógeno, que las acciones de algunas empresas subieron de valor en los mercados internacionales y que es el primer país en registro de patentes relacionadas con la mecánica, los medicamentos y que la mayoría de las juventudes se oponen a la guerra en Palestina. En España usted verá las broncas que traen por liberarse del azote populista, los escándalos de corrupción, la ineptitud endémica de la nueva clase política y los desencuentros con los primos catalanes.

Abriendo los periódicos mexicanos, tenemos por necesidad qué consultar el indicador de homicidios del día anterior (que siempre anda rondando ya los cien ajusticiados), el lamentable estado físico de las vías de comunicación en todo el país, el aumento de los precios de alimentos que no para, los constantes escándalos de corrupción, que se relatan como decir hoy salió el sol, y lo que no puede faltar casi a diario, semana tras semana, mes a mes y durante años: las grillas perpetuas, como si el país viviera en una constante e intermitente campaña política, aquí no hay otra cosa, pura pasión por el poder. Parece mentira, pero así es. Es más, consulte los periódicos nacionales que se autodefinen así como financieros o económicos y podrá constatar, sin lugar a dudas, que la mayor parte de las cuestiones que allí se tratan son políticos, no de la materia que dicen ser. De hecho, algunos de los más prestigiados analistas políticos publican en estos diarios, no en otros.

Y así, la vida en México transcurre de grilla en grilla, de candidato en candidato, no bien se entrona el nuevo Rey, cuando ya, desde la misma ceremonia de cambio de poder, se empiezan a hacer apuestas sobre quién será en nuevo sucesor o sucesora.

La grilla eterna, pues.

Estamos pasando por uno de los peores momentos de nuestra historia como receptores de mensajes masivos, cual vertederos de estiércol informativo: toneladas y toneladas de basura inmunda inundan todos nuestros sentidos, que si ya ahora si tendremos un mundo mejor, hospitales como los de no sé dónde carajos que ni siquiera sé dónde se ubica ese mencionado país de fríos eternos, que ahora si no tendremos casi que trabajar para vivir de gorra y retirarnos con una pensión como de gringo millonario y que la pobreza, la violencia, la escasez, el hambre, el analfabetismo funcional, los apagones y todos los males presentes y pasados, son sólo pesadillas que existen en las mentes perversas y malintencionadas de los contrarios, etcétera.

Siempre he dicho que cuando se quiere conocer el carácter y la cultura de un país, hay que echar una vista a dos o tres periódicos de circulación nacional o local o bien poner atención a los noticieros de cualquier medio o plataforma y analizar los temas que allí se tratan. Por ejemplo, si usted va a Alemania y consulta las noticias seguramente se publicitará que se abrió una nueva fábrica de automóviles, que se están diseñando los nuevos prototipos de autos eléctricos y de hidrógeno, que las acciones de algunas empresas subieron de valor en los mercados internacionales y que es el primer país en registro de patentes relacionadas con la mecánica, los medicamentos y que la mayoría de las juventudes se oponen a la guerra en Palestina. En España usted verá las broncas que traen por liberarse del azote populista, los escándalos de corrupción, la ineptitud endémica de la nueva clase política y los desencuentros con los primos catalanes.

Abriendo los periódicos mexicanos, tenemos por necesidad qué consultar el indicador de homicidios del día anterior (que siempre anda rondando ya los cien ajusticiados), el lamentable estado físico de las vías de comunicación en todo el país, el aumento de los precios de alimentos que no para, los constantes escándalos de corrupción, que se relatan como decir hoy salió el sol, y lo que no puede faltar casi a diario, semana tras semana, mes a mes y durante años: las grillas perpetuas, como si el país viviera en una constante e intermitente campaña política, aquí no hay otra cosa, pura pasión por el poder. Parece mentira, pero así es. Es más, consulte los periódicos nacionales que se autodefinen así como financieros o económicos y podrá constatar, sin lugar a dudas, que la mayor parte de las cuestiones que allí se tratan son políticos, no de la materia que dicen ser. De hecho, algunos de los más prestigiados analistas políticos publican en estos diarios, no en otros.

Y así, la vida en México transcurre de grilla en grilla, de candidato en candidato, no bien se entrona el nuevo Rey, cuando ya, desde la misma ceremonia de cambio de poder, se empiezan a hacer apuestas sobre quién será en nuevo sucesor o sucesora.

La grilla eterna, pues.