/ jueves 24 de octubre de 2024

La derecha quiere que nada cambie

Amigas y amigos que nos leen, soy su amigo Saúl Monreal y les saludo con el gusto de siempre, con la reciente propuesta de Morena para modificar la Constitución y asegurar la inimpugnabilidad de las reformas constitucionales, resurge una falsa narrativa de la derecha, el fondo de todas sus argumentaciones es que no quieren que el próximo año se elijan de manera democrática los juzgadores en México.

En el contexto actual de México, la propuesta de Morena para que las reformas constitucionales sean inimpugnables representa un avance crucial hacia la estabilidad y la certeza jurídica. Esta iniciativa, respaldada por una mayoría calificada en el Congreso, se fundamenta en el artículo 135 de nuestra Constitución, que otorga al poder legislativo la facultad de reformar la Carta Magna con el apoyo de dos terceras partes de los votos.

La esencia de esta reforma radica en fortalecer el papel del poder legislativo como el verdadero reformador de la Constitución. En un sistema democrático, es fundamental que la carta magna no sea constantemente cuestionada y hasta minimizada por otros poderes. La propuesta de Morena busca precisamente evitar que las reformas constitucionales, aprobadas por una mayoría calificada, sean impugnadas a través de amparos y otros recursos legales que solo generan incertidumbre y retrasos en la implementación de cambios necesarios para el país.

Uno de los principales beneficios de esta reforma es la garantía de estabilidad y continuidad en las políticas públicas. Las reformas constitucionales son, por naturaleza, cambios profundos y estructurales que requieren un amplio consenso y una visión a largo plazo. Permitir que estas reformas sean impugnadas constantemente socava la capacidad del Estado para implementar políticas coherentes y sostenibles. Al hacer que las reformas constitucionales sean inimpugnables, se asegura que las decisiones tomadas con una mayoría calificada tengan la oportunidad de ser implementadas y evaluadas en su debido tiempo, sin interrupciones innecesarias.

Amigas y amigos, es importante destacar que esta reforma no implica una violación de los derechos humanos ni una disminución de las garantías individuales. Y también es necesario aclarar las veces que sea, que esta reforma es solo para los actos que pretenden atacar la constitución, no para las leyes y demás normatividad jurídica en el país.

Y es que al fortalecer el marco constitucional y asegurar su estabilidad, se crea un entorno más propicio para la protección y promoción de los derechos humanos.

Algunos críticos han argumentado que esta reforma podría concentrar demasiado poder en el poder legislativo y limitar el control judicial. Sin embargo, es esencial recordar que el poder legislativo es el órgano más representativo de la voluntad popular, y sus decisiones deben ser respetadas y ejecutadas. Además, la reforma no elimina el control judicial sobre otras leyes y actos del gobierno, sino que se enfoca exclusivamente en las reformas constitucionales, que ya cuentan con un proceso de aprobación riguroso y democrático.

Es tiempo de retomar el verdadero equilibrio de poderes y terminar con las mentiras que desde la derecha se quieren seguir impulsando, el fondo es que el PRIAN y los Ministros de la Corte no quieren que nada cambie pero la transformación continúa.

Amigas y amigos que nos leen, soy su amigo Saúl Monreal y les saludo con el gusto de siempre, con la reciente propuesta de Morena para modificar la Constitución y asegurar la inimpugnabilidad de las reformas constitucionales, resurge una falsa narrativa de la derecha, el fondo de todas sus argumentaciones es que no quieren que el próximo año se elijan de manera democrática los juzgadores en México.

En el contexto actual de México, la propuesta de Morena para que las reformas constitucionales sean inimpugnables representa un avance crucial hacia la estabilidad y la certeza jurídica. Esta iniciativa, respaldada por una mayoría calificada en el Congreso, se fundamenta en el artículo 135 de nuestra Constitución, que otorga al poder legislativo la facultad de reformar la Carta Magna con el apoyo de dos terceras partes de los votos.

La esencia de esta reforma radica en fortalecer el papel del poder legislativo como el verdadero reformador de la Constitución. En un sistema democrático, es fundamental que la carta magna no sea constantemente cuestionada y hasta minimizada por otros poderes. La propuesta de Morena busca precisamente evitar que las reformas constitucionales, aprobadas por una mayoría calificada, sean impugnadas a través de amparos y otros recursos legales que solo generan incertidumbre y retrasos en la implementación de cambios necesarios para el país.

Uno de los principales beneficios de esta reforma es la garantía de estabilidad y continuidad en las políticas públicas. Las reformas constitucionales son, por naturaleza, cambios profundos y estructurales que requieren un amplio consenso y una visión a largo plazo. Permitir que estas reformas sean impugnadas constantemente socava la capacidad del Estado para implementar políticas coherentes y sostenibles. Al hacer que las reformas constitucionales sean inimpugnables, se asegura que las decisiones tomadas con una mayoría calificada tengan la oportunidad de ser implementadas y evaluadas en su debido tiempo, sin interrupciones innecesarias.

Amigas y amigos, es importante destacar que esta reforma no implica una violación de los derechos humanos ni una disminución de las garantías individuales. Y también es necesario aclarar las veces que sea, que esta reforma es solo para los actos que pretenden atacar la constitución, no para las leyes y demás normatividad jurídica en el país.

Y es que al fortalecer el marco constitucional y asegurar su estabilidad, se crea un entorno más propicio para la protección y promoción de los derechos humanos.

Algunos críticos han argumentado que esta reforma podría concentrar demasiado poder en el poder legislativo y limitar el control judicial. Sin embargo, es esencial recordar que el poder legislativo es el órgano más representativo de la voluntad popular, y sus decisiones deben ser respetadas y ejecutadas. Además, la reforma no elimina el control judicial sobre otras leyes y actos del gobierno, sino que se enfoca exclusivamente en las reformas constitucionales, que ya cuentan con un proceso de aprobación riguroso y democrático.

Es tiempo de retomar el verdadero equilibrio de poderes y terminar con las mentiras que desde la derecha se quieren seguir impulsando, el fondo es que el PRIAN y los Ministros de la Corte no quieren que nada cambie pero la transformación continúa.