Los animales son seres orgánicos que viven, sienten y son capaces de moverse por propio impulso, de allí que se les denomine también como seres sintientes. Esto significa que son seres vivos que son conscientes de lo que sucede y que son capaces de sentir una variedad de emociones como el placer, el dolor, la alegría y el miedo.
Los animales juegan un papel importante en nuestras vidas, son nuestros compañeros y en muchos hogares son un miembro más de la familia. Lamentablemente, no para todas las personas los animales representan amor y compañía, pues no son sensibles ante estos seres. El maltrato o violencia animal es una situación muy grave, es un comportamiento que tiene por objeto el causar sufrimiento, dolor, estrés, agonía e incluso la muerte a los animales.
En el país hemos sido testigos de varios casos de maltrato animal. Desafortunadamente, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en maltrato animal y el primer lugar en Latinoamérica. 7 de cada 10 animales domésticos en México son víctimas de alguna forma de maltrato. Además, de acuerdo con datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, se estima que en nuestro país, el 70% de los perros y 60% de los gatos se encuentran en situación de calle.
Ante esta terrible situación, aprobamos en el Senado de la República una iniciativa constitucional, con el fin de proteger y cuidar a los animales de acuerdo con su naturaleza, características y vínculos con las personas, así como la prevención y prohibición del maltrato en la crianza y el aprovechamiento de animales para consumo humano, y de medidas necesarias para atender el control de plagas y riesgos sanitarios. Así como la incorporación de la protección, cuidado y bienestar de los animales en los planes y programas de estudio de la educación del país.
Indudablemente, esta reforma constitucional es el paso para consolidar la garantía del bienestar animal desde un enfoque científico, ecocéntrico, cultural y sociopolítico de amplio espectro, pero reconociendo que los animales son seres sintientes. Como legisladora zacatecana estoy en contra de todas las formas y expresiones de violencia, ya sea esta ejercida contra seres humanos o seres sintientes. El maltrato animal es inaceptable, este debe de ser visibilizado, denunciado y por supuesto condenado. La protección animal es un tema de paz y justicia entre las especies y los seres humanos. Sigamos siendo la voz de quienes no pueden hacerlo.
Los animales son seres orgánicos que viven, sienten y son capaces de moverse por propio impulso, de allí que se les denomine también como seres sintientes. Esto significa que son seres vivos que son conscientes de lo que sucede y que son capaces de sentir una variedad de emociones como el placer, el dolor, la alegría y el miedo.
Los animales juegan un papel importante en nuestras vidas, son nuestros compañeros y en muchos hogares son un miembro más de la familia. Lamentablemente, no para todas las personas los animales representan amor y compañía, pues no son sensibles ante estos seres. El maltrato o violencia animal es una situación muy grave, es un comportamiento que tiene por objeto el causar sufrimiento, dolor, estrés, agonía e incluso la muerte a los animales.
En el país hemos sido testigos de varios casos de maltrato animal. Desafortunadamente, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en maltrato animal y el primer lugar en Latinoamérica. 7 de cada 10 animales domésticos en México son víctimas de alguna forma de maltrato. Además, de acuerdo con datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, se estima que en nuestro país, el 70% de los perros y 60% de los gatos se encuentran en situación de calle.
Ante esta terrible situación, aprobamos en el Senado de la República una iniciativa constitucional, con el fin de proteger y cuidar a los animales de acuerdo con su naturaleza, características y vínculos con las personas, así como la prevención y prohibición del maltrato en la crianza y el aprovechamiento de animales para consumo humano, y de medidas necesarias para atender el control de plagas y riesgos sanitarios. Así como la incorporación de la protección, cuidado y bienestar de los animales en los planes y programas de estudio de la educación del país.
Indudablemente, esta reforma constitucional es el paso para consolidar la garantía del bienestar animal desde un enfoque científico, ecocéntrico, cultural y sociopolítico de amplio espectro, pero reconociendo que los animales son seres sintientes. Como legisladora zacatecana estoy en contra de todas las formas y expresiones de violencia, ya sea esta ejercida contra seres humanos o seres sintientes. El maltrato animal es inaceptable, este debe de ser visibilizado, denunciado y por supuesto condenado. La protección animal es un tema de paz y justicia entre las especies y los seres humanos. Sigamos siendo la voz de quienes no pueden hacerlo.