En el mundo contemporáneo la Administración Pública (AP) ha sido sometida a constantes cambios debido a que la cotidianidad de nuestro país y del mundo se ha visto modificada por la fuerte presencia de eventos sanitarios, climáticos y por supuesto también económicos, lo que exige que la AP genere cambios significativos en su gestión que aseguren su efectividad, calidad y eficacia. En este contexto la gerencia pública debe acelerar su proceso de modernización y adaptación a los nuevos tiempos y crear políticas públicas que resuelvan los principales problemas sociales y económicos de nuestro Estado.
La burocracia actualmente se basa en un modelo ya agotado, debido a la deficiente planificación estratégica plagada de rutinas operativas anacrónicas e ineficientes y una aplicación presupuestal deficiente formulada de manera inadecuada e imprecisa, sin aplicación directa a los objetivos estratégicos de cada institución, sin implementar planes de Alta Dirección que favorezcan una gestión con resultados y evaluación de impacto y desempeño institucional que permitan la aplicación de la mejora continua. Estas debilidades presentes actualmente en la AP la convierte en un conjunto de servicios públicos deficientes resultando la insatisfacción de la población, reduciendo significativamente su capacidad como órgano garante de la igualdad de oportunidades y capacidad regulatoria ante los organismos del resto de la población, siendo estas mismas debilidades las generadoras de una AP con agendas de soluciones de emergencia, sin aplicar su trabajo y gestión sobre planes estratégicos inmediatos y a futuro.
¿Cómo podemos definir la Gestión por Resultados?, principalmente la definimos como el modelo que administra los recursos públicos mediante planes estratégicos alineados a un Plan de Gobierno con componentes, metas y objetivos específicos, diseñados para ser cumplidos en un tiempo determinado, pudiendo gestionar y evaluar la acción de las organizaciones del Estado con la aplicación de políticas públicas que atiendan las necesidades de la sociedad de manera plena y equitativa.
Un plan estratégico orientado a lograr una Gestión por Resultados debe de generar los siguientes productos:
• Plan Estratégico de acciones de Gobierno
• Planes Operativos Anuales bien diseñados (POA)
• Identificación de procesos prioritarios dentro del Plan estratégico de Gobierno.
• Procesos de formulación, programación y ejecución presupuestaria rediseñados de acuerdo a la nueva realidad económica y social.
• Compromisos establecidos dentro de los resultados de gestión.
• Esquema de incentivos y promociones
• Sistema de monitoreo permanente de la gestión de todas las dependencias del poder Ejecutivo Estatal.
La potencia de este planeamiento estratégico se basa en el compromiso de una Alta Dirección con una visión a largo plazo y con un fuerte vínculo entre la estrategia y la operación, no se deben de dar acciones sueltas y sin vinculación con la estrategia general. Para reflexionar