/ jueves 22 de febrero de 2024

Fuera de Agenda / Mercenarios sudamericanos

En enero de 2022 el sistema de inteligencia militar detectó en el municipio michoacano de Los Reyes de Salgado, a un grupo de 18 ciudadanos colombianos al servicio de la banda criminal “Cárteles Unidos”, quienes se habían enfermado de Covid-19 y eran atendidos por un médico particular. El seguimiento de este grupo confirmó que ex militares y ex policías de este país sudamericano habían sido contratados por Alfonso Fernández Magallón, alias “Poncho Quiringua”, jefe de este grupo criminal en éste municipio y en el vecino de Periban, para hacer frente al autodenominado Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la disputa territorial de esta zona.

Los reportes registraron que Fernández Magallón reforzó con paramilitares colombianos a los grupos armados de Tepalcatepec al mando de su socio Juan José Farías Álvarez, alias “el Abuelo”, legendario capo de esta región de la Tierra Caliente de Michoacán, quien lidera a “Cárteles Unidos” en su disputa contra el CNJG.

En febrero del 2022 el grupo paramilitar de colombianos fue identificado como “Los Parces”, cuya tarea era –entre otras cosas—el adiestramiento en uso de drones con artefactos explosivos improvisados, y en la hechura de minas antipersona que comenzaron a colocar en caminos rurales aledaños a Tepalcatepec y Aguililla, donde se asienta una célula del CJNG.

Uno de los personajes clave en la hechura y distribución de artefactos explosivos improvisados para equipar drones y colocar minas en los caminos fue identificado por los reportes de inteligencia militar como Salvador Farías Álvarez, “Chava Farías”, hermano de “el Abuelo”, de quien se tienen registros de peticiones de otros jefes de células en municipios vecinos para que les envíen este tipo de armamento y equipos. A “Chava Farías” se le informa del adiestramiento de los operadores de drones y las prácticas de vuelo que realizan con equipo con visión térmica equipados para “liberar objetos desde aire, ajustes y acercamiento de cámara, regreso al punto de partida, entre otras operaciones”, se lee en uno de los reportes hallados entre los correos electrónicos hackeados por Guacamaya a la Defensa Nacional.

En octubre del año pasado una operación del Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal en la comunidad de Catalinas, municipio de Buenavista en la Tierra Caliente michoacana, llevó a la captura de ocho ciudadanos colombianos dedicados a la fabricación de explosivos para drones. En la incursión se incautaron cuatro artefactos explosivos improvisados y un importante arsenal, lo que generó una reacción de la base social del grupo “Cárteles Unidos”, quienes bloquearon caminos e incendiaron camiones.

El pasado 20 de enero dos militares murieron y otros más resultaron heridos cuando avanzaban por un camino rural a las afueras de Tepalcatepec, donde explotó una mina al paso del convoy de soldados del 17 batallón de infantería. Los militares formaban parte del reforzamiento del despliegue de tropas en esta región tras los reportes que señalan la proliferación de paramilitares extranjeros al servicio de los grupos criminales que disputan la zona. El dato es que en los últimos cuatro meses en Michoacán 16 extranjeros relacionados con la delincuencia organizada han sido detenidos, además se sabe de otras células que operan en Guanajuato y Jalisco.

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